Por Marco Antonio Cortez Navarrete
Para todo el mundo; campesinos, obreros, empleados, comerciantes, empresarios, académicos y hasta investigadores, la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) es una de las diez instituciones públicas de educación superior más importantes de México.
Con más de cien años de fundación la UADY ha vivido de todo un poco, como en botica, enfrentado y superado finalmente infinidad de problemas internos y externos y pese a todo continuar navegando en océanos cada vez más complejos y turbulentos, no precisamente alterados por Poseidon sino por la excesiva corrupción y hambre de poder de los políticos y gobiernos totalitarios y corruptos.
Ahora, en este texto, me atrevo a señalar el valor que la presidenta Sheinbaum le da a las universidades autónomas, lugar donde se formó y su señora madre es hoy profesora emérita. Mire usted, en su esquema de educación superior el gobierno federal las mantienen como relevantes aunque el enfoque principal se ha centrado en la expansión de nuevas instituciones públicas con acceso gratuito y sin exámenes de admisión, como la Universidad Nacional “Rosario Castellanos”, la Universidad de la “Salud” y las Universidades del Bienestar “Benito Juárez”.
La presidenta Sheinbaum ha manifestado su intención de colaborar con universidades autónomas como la UNAM —su casa de estudios- y con las estatales para ampliar su matrícula; sin embargo ha condicionado el aumento de recursos a estas instituciones a una mayor transparencia y austeridad en el uso del presupuesto, señalando que una parte significativa se destina a la burocracia en lugar de a funciones sustantivas como la docencia, la investigación y la difusión cultural.
Ha enfatizado que los fondos públicos deben utilizarse con eficiencia y que las universidades deben revisar sus estructuras administrativas para garantizar que los recursos beneficien directamente a los estudiantes y académicos .
¿Cuánto gana?, le preguntaron una vez a un ex rector amigo y su respuesta pasó a la historia respondiendo que “aún no se porque no he cobrado”…
Regresando al tema que nos ocupa debo indicar que aunque no se han anunciado incrementos presupuestales específicos para las universidades autónomas, el gobierno federal ha expresado su disposición a dialogar para explorar la posibilidad de ampliar su capacidad de admisión, siempre que se comprometan a utilizar los recursos de manera eficiente y con enfoque en sus funciones sustanciales. La presidenta —auténtica mujer de izquierda— ha indicado que se establecerán contactos con las universidades públicas autónomas para evaluar su capacidad de crecimiento y las necesidades de recursos, con la condición de que los fondos se destinen prioritariamente a la docencia y la investigación, evitando el aumento de la burocracia .
En resumen el gobierno de Sheinbaum reconoce la importancia de las universidades públicas autónomas en el sistema educativo nacional y está dispuesto a apoyarlas en la medida en que demuestren un compromiso con la transparencia, la austeridad y la eficiencia en el uso de los recursos públicos.
jusqu’à la prochaine fois. 😉