Por Marco Antonio Cortez Navarrete
De acuerdo con información recabada de varios medios e instituciones educativas y científicas, en las elecciones extraordinarias del Poder Judicial en México (1 de junio de 2025), el interés de los jóvenes en edad de votar mostró una brecha significativa entre el deseo de involucrarse en el sistema judicial y su participación en las urnas.
Por un lado destacar que más de 9,000 jóvenes se registraron como aspirantes a cargos judiciales (jueces, magistrados, ministros) reflejando alto interés por integrarse al nuevo modelo de justicia popular impulsado por el gobierno de Claudia Sheinbaum.
La jefa del poder ejecutivo federal presentó esta cifra como un ejemplo del compromiso generacional con la transformación del país. Sin embargo, la participación electoral general fue muy baja, con una tasa estimada de entre 8% y 15% del padrón total, según un análisis preliminar del INE y medios como Animal Político, los jóvenes de 20 a 29 años fueron el grupo con menor asistencia a las urnas.
Entre los factores se destaca la falta de información clara sobre los perfiles y funciones de los candidatos. La desconfianza en el proceso, percibido por muchos como partidista, la falta de familiaridad con el modelo de elección directa de jueces, que es inédito en México y, uno más, desconexión con el sistema judicial, que muchos jóvenes ven como lejano o ineficaz.
A pesar del entusiasmo por integrarse como actores dentro del sistema judicial, los jóvenes mexicanos aún enfrentan retos importantes para convertirse en participantes activos del proceso electoral como votantes.
Esto sugiere que el interés político existe, pero no siempre se traduce en votos, y subraya la necesidad de estrategias de educación cívica más efectivas.
Considero que algunas de las propuestas para aumentar la participación de los jóvenes en los procesos electorales en México están contenidos breves y visuales (reels, TikToks, infografías) explicando:Qué se vota, Por qué es importante y Quiénes son los candidatos.
Creo que usar plataformas populares entre jóvenes como TikTok, Instagram y YouTube Shorts, más allá del uso tradicional de redes como Facebook o X (antes Twitter).
Un aspecto más que fundamental es la educación cívica práctica desde la preparatoria: clases o talleres sobre procesos democráticos con simulacros de votación y análisis de propuestas y con enfoques en derechos políticos, justicia, participación digital, y medios informativos confiables.
Finalmente y pareciera una payasada pero no, hoy es parte del mundo real, hablo del voto electrónico o remoto para facilitar la participación de los jóvenes que estudian o trabajan lejos de su domicilio electoral. Este tema se ha planteado especialmente para estudiantes universitarios que viven fuera de casa y, por favor, debates en formatos ágiles y comprensibles, incluso con influencers o moderadores jóvenes y alianzas con universidades y colectivos estudiantiles con el INE o autoridades electorales con universidades públicas y privadas.
Hasta la próxima raza.