… Empezaba junio. Sol, tardes largas, últimos días de colegio… la promesa de un nuevo y perfecto verano.. sabor a aventuras, la playa, la piscina, las bicicletas… helados y mar y sal…
La profesora les mandò leer el cuento…
“Cada atardecer se hacía esperar un poquito más, hasta que llegara san Juan con su noche corta. Y mágica… el sol permanecía activo horas y horas, y leía leyendas històricas, y aplaudía las faenas toreras, y escuchaba piano o guitarra sonando en sones románticos…
El sol se había enamorado, y su amor era dulce y de fuego, pero sereno y sincero. Ella era luz de plata y alma bohemia, duende agitanado y corazòn de verdad, era arrebato y pasiòn… ole y esencia… El sol la veía muy poco.. Ella era la luna… despertaba cuando él se iba a dormir…
Y se besaban un segundo… y seguían latiendo en su amor… porque para lo que es real no hay obstàculos…”
Y la clase entera ovacionò el relato. Lourdes sonriò muy feliz…
Dedicado a los sentimientos que son reales
Dedicado a las tardes de toros
Dedicado al mes de junio, me encanta
Dedicado a mis amigas Ana, Isabel, Maruja y Cristina
Dedicado a mi Lourdes y mi Luisito
A mi amigo Ares
Y a mi mago