La profesora de Literatura era joven y especial.. las suyas eran clases muy amenas, y los chicos aprendían muchísimo. Era andaluza y taurina, y al vivir ellos en una zona de no tanta aficiòn, ella les contaba anécdotas que les encantaban.
Una de las chicas estaba angustiada. Gustaba de escribir desde niña y a sus catorce años lo hacía ya bastante bien. Pero detectaba que en los últimos tiempos varias personas trataban de copiar su estilo.. y eso le desagradaba!
La profesora le aconsejó hacer algo distinto y original…
“La mañana despertó. Suave, cremosa, rosa, calenturienta, nostálgica y sobria. Allá abajo tañían las campanas. El último adiós. Era el panadero del pueblo. Anciano, tomasista, sereno, sensato, prudente y acogedor…”
Así describió un suceso de amanecer…
“De repente lo vi, estaba allí. Era él! El vestido de novia de mi hermana. Iba a casarse. Blanco, puro, flamenco, diferente, sofisticado, bello! De ole.. Estaría tan hermosa! La adoraba. Era única, dulce, tímida, creativa, culta, guapa…”
Y así escribió sobre algo bonito…
En aquella ocasión había optado por utilizar secuencias de seis adjetivos. Otro día probaría otras cosas. Crear y crear. Aprender. Probar, ofrecer. Ser uno mismo. Así sería. Dificultar siempre el paso a los amigos del plagio…
Dedicado a las personas que crean cosas bellas y propias
Dedicado a mi hermana
Dedicado a mi amigo Paquito
Dedicado al toreo
A José Tomás
A mi Luis
A los artistas. A la originalidad. No a la copia..
A las personas de verdad
A mis amigos andaluces
A los buenos profesores de Literatura, es tan importante!