La gobernadora de Campeche, Layda Sansores San Román, anunció en la conferencia matutina del gobierno federal el lanzamiento oficial del Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar en Seybaplaya, una estrategia que busca reconvertir la vocación económica del estado, apostando por la inversión productiva, la generación de empleo y la justicia social.
Seybaplaya, localidad costera con vocación portuaria y ubicación estratégica, fue destacada por la mandataria como un punto clave dentro del plan nacional de polos de desarrollo. Su cercanía al puerto, al corredor del Tren Maya y a la infraestructura carretera del sureste, así como su acceso a recursos naturales, abundancia de agua y disponibilidad de tierra a precios competitivos, lo posicionan como una plataforma ideal para atraer inversiones de alto impacto.
Layda Sansores recordó que, históricamente, Campeche aportó más del 80 % del petróleo nacional, pero paradójicamente hoy se ubica entre los estados con menor Producto Interno Bruto per cápita. Bajo esa premisa, subrayó la necesidad de corregir el rumbo: dejar atrás un modelo extractivista para transitar hacia una economía más diversa y sustentable. Con esta visión, el Polo de Seybaplaya surge como símbolo de transformación. En palabras de la gobernadora, “cambió el viento; con la Cuarta Transformación empezamos a ver el alba. Este primer Polo… puede ser un amanecer”.
El plan contempla una primera fase de desarrollo en un área de 100 hectáreas, donde se construirá infraestructura industrial, logística y de servicios que facilitará la instalación de empresas nacionales e internacionales. A ello se suma la capacitación de talento local, la creación de empleos de calidad y la promoción de actividades económicas con mayor valor agregado.
Este esfuerzo forma parte de un convenio nacional firmado por 14 estados del país, y fue acompañado por la Secretaría de Economía del Gobierno de México. Entre los sectores prioritarios para la inversión en estos polos se encuentran el agroindustrial, automotriz, aeroespacial y energético, con incentivos fiscales y programas especiales para fomentar la llegada de capitales productivos.
En términos prácticos, el Polo de Seybaplaya implica:
– La diversificación del aparato económico de Campeche, disminuyendo su dependencia del petróleo.
– El aprovechamiento de una ubicación geográfica clave, que conecta con corredores de exportación.
– La generación de empleo formal, mejoras en la calidad de vida, y nuevas oportunidades de vivienda, salud y educación para la población.
– La atracción de empresas que apuesten por la innovación y la sostenibilidad.
Más allá de las cifras, este proyecto representa una apuesta política y social por devolverle a Campeche un lugar central en el desarrollo nacional. El Polo de Desarrollo en Seybaplaya es, según la visión del gobierno estatal, no solo una plataforma económica, sino un instrumento de justicia territorial, que puede equilibrar el rezago histórico con nuevas oportunidades para las generaciones venideras.
En suma, la presentación de este polo marca un punto de inflexión: si la articulación institucional, la inversión privada y la participación comunitaria logran sincronizarse, Seybaplaya podría convertirse en el modelo del sur para una transformación económica con rostro humano.