En un anuncio que podría transformar radicalmente el sistema fiscal estadounidense, el presidente Donald Trump reiteró su ambición de eliminar los impuestos sobre la renta mediante el incremento de tarifas a las importaciones. Durante su regreso del funeral del papa Francisco en Roma, Trump declaró: “Vamos a hacer mucho dinero y vamos a reducir los impuestos para la gente de este país. Tomará un poco de tiempo antes de que eso ocurra, pero vamos a reducir los impuestos y es posible que hagamos una reducción total de impuestos, porque creo que las tarifas serán suficientes para eliminar todos los impuestos sobre la renta”.
Este planteamiento, aunque atractivo para muchos contribuyentes, enfrenta múltiples desafíos económicos. Actualmente, el gobierno federal recauda aproximadamente 3 billones de dólares anualmente a través de los impuestos sobre la renta, cifra que difícilmente podría ser reemplazada únicamente mediante tarifas. Según explicó Torsten Slok, economista jefe de Apollo Global Management, “las tarifas tendrían que ser al menos del 100 % sobre todos los bienes importados” para igualar dicha recaudación, considerando que Estados Unidos importa alrededor de 3 billones de dólares en bienes cada año.
Actualmente, la tasa efectiva de tarifas en Estados Unidos es del 22,8 %, de acuerdo con Fitch Ratings, lo que indica que las tarifas tendrían que cuadruplicarse para alcanzar el objetivo planteado. Esta situación, advirtió Slok, no es tan sencilla como duplicar precios, ya que “los precios más altos resultan en ventas más bajas”, lo cual podría exigir tarifas de hasta el 200 % para compensar la caída en la demanda.
Además del impacto en los precios al consumidor, la estrategia enfrenta otro obstáculo: la disminución del volumen de importaciones. La tarifa del 145 % impuesta sobre productos chinos ha llevado a un virtual estancamiento del comercio bilateral. “Ahora ellos no hacen negocios con nosotros. Sabes, no por culpa de ellos, sino por mi culpa, porque a 145 % no puedes hacer negocios,” reconoció Trump.
Si bien los impuestos corporativos podrían ayudar a mitigar la pérdida de ingresos, estos representan apenas el 6 % de la recaudación total, frente al 41 % que proviene de los impuestos sobre la renta individuales, según datos de la Fundación Fiscal. Trump, además, ha manifestado su intención de reducir la tasa impositiva corporativa.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, respaldó esta visión al afirmar que “Donald Trump anunció el Servicio de Ingresos Externos y su objetivo es muy simple: abolir el Servicio de Ingresos Internos y dejar que todos los de afuera paguen”.
A pesar de su entusiasmo, el presidente reconoció que la eliminación de los impuestos sobre la renta sería un objetivo a largo plazo. “Podré reducir los impuestos en gran medida y tal vez casi completamente,” afirmó. Asimismo, prometió comenzar con reducciones fiscales para quienes ganen menos de 200.000 dólares anuales, aunque advirtió que parte de los ingresos provenientes de las tarifas también se destinarían a reducir la deuda nacional: “Ahora, tenemos mucha deuda que nos han dejado, sabes, desafortunadamente, durante muchos años. Nos encargaremos de eso con las tarifas”.