Sic Sac, por: M.A. Elda Clemente Reyes.
Los conflictos, ataques mediáticos y
desaciertos de algunos personajes se han convertido en la nota principal en los
medios de comunicación y en las redes sociales; principales fuentes de
información instantánea y de mayor penetración entre los campechanos.
En política la victimización es una estrategia que
no distingue colores ni ideologías, sobre todo, cuando afirman ser víctimas de
persecución política.
Si los encargados de dirigir el
marketing político se exceden en campañas negativas el resultado que obtienen
es adverso al esperado, debido a que la percepción ciudadana que se alimenta en
las redes sociales y en los medios de comunicación, influye más en la decisión
de los electores que cualquier otra acción encaminada a modificar su criterio u
opinión, tal y como lo describe Andrea de Anda, Directora de Ojiva consultores “la red es
una extensión de la gente”.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad
y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2022, en el
ámbito urbano, 83.8 por ciento de la población de 6 años o más utilizó
internet, mientras que, en el ámbito rural, 62.3 por ciento de la población usó
esta herramienta, cifras superiores a las de 2021, cuando fueron de 81.6 y 56.5
por ciento, respectivamente. En 2022, el uso principal que se le dio al
internet fue para comunicarse (93.8 por ciento), seguido del acceso a redes
sociales (90.6 por ciento) y el entretenimiento (89.6 por ciento).
En Campeche según la ENDUTIH 61.8 por ciento de los
hogares cuentan con internet, 77.8 por ciento cuentan con un teléfono celular y
75.7 por ciento, son usuarios de internet. Es decir, los campechanos acceden a
una nota en Facebook y Twitter en cuestión de segundos, por lo tanto, una
estrategia de comunicación mal enfocada o bien dirigida, impactará de forma
positiva o negativa, al mismo número de población.
Actualmente, varios políticos y aspirantes adoptan la
“moda” de victimizarse para ganar adeptos porque el pueblo sabio y bueno arropa
al “herido” no a los victimarios. Aprovechando los excesos, la locura, el nulo
control visceral de los oponentes.
El caso de la alcaldesa Biby Rabelo, que declaró
abiertamente una cacería en su contra orquestada desde Palacio de Gobierno, es
un ejemplo de varios que circulan a nivel nacional. Hasta ahora, le ha
funcionado bien, mucho tienen que ver los errores de los “estrategas” de sus
contrincantes y de las páginas que se han encargado de hacerle publicidad
gratuita. ¿No se han dado cuenta?
Abusar del “sacrificio” les puede salir
contraproducente a los “cerebros” encargados de aplicar “castigos masivos”, si
no tienen un plan de comunicación y una narrativa magistral, que, en pocas
palabras cambie el sentido de la apreciación.
En Campeche, hay más pleitos y mártires circulando en
las plataformas digitales, que proyectos, soluciones y propuestas. Ojalá dejen
de “matarse” unos a otros detrás de un monitor y de troles adiestrados.
Flagelarse puede ser a la larga un signo de debilidad,
una manipulación. Algo similar a lo que afirma el economista Emilio Ocampo, “para
el narcisista, todo lo bueno que ocurre en su vida es gracias a sí mismo y lo
malo, culpa del otro”.
Hoy, cualquiera puede sentirse víctima o perseguido
(a), la victimización tiene distintos rostros. Sin embargo, en teoría esa
modalidad no define el resultado de una elección.