Por: Cristina Padín
Ángeles y Rosa tenían cosas en común: las dos eran alegres,
las dos cumplían años en septiembre (Ángeles el 11, Rosa el 12) y las dos iban
al mismo colegio. Y las dos tenían sl mismo tutor.
El tutor se llamaba A y era muy competente.
Los que sabían de su vida sabían que era muy valiente y
honesto. Lo había demostrado con creces cuando hizo falta. En muchas ocasiones.
Era gallego. Culto y buen amigo de los libros, como todo ser inteligente.
Ángeles y Rosa también eran valientes. Con Amelia lo pasaban
muy bien. Era una niña de nueve años, como ellas. Que tuviera síndrome de Down
era algo más, como tener pecas o rizos. Escribía y jugaba como ellas.
Eran valientes, y lo dijo el tutor, porque la defendieron de
aquellos encerrados en feos agujeros que no querían compartir con ella.
Lo escribí por unas cosas aberrantes que leí estos días en
redes.. hay opiniones que dan miedo!
A mi amiga Ángeles
A mi vecina Rosa
A los niños que inician curso
A los cumpleañeros de septiembre
A los buenos tutores
A la valentía de A
A mi Luis
Y a mi Juli, que torea hoy