Por Yazmín Rodríguez Galaz
PUES AL RECORDARSE UN AÑO MÁS del fallecimiento del ex gobernador Víctor Cervera Pacheco, su hijo Felipe puso limón a las heridas del pasado y advirtió a la clase priista de Yucatán los riesgos de caer en una derrota parecida a la del 2001 que dejó a su partido en condiciones complicadas y con una oposición (del PAN) recalcitrante.
Y de paso los alertó que para no caer nuevamente en un escenario en el que el divisionismo y la falta de respeto entre priistas los llevó a la debacle electoral;
Cervera Hernández, actual diputado federal y ex Secretario de Desarrollo Rural del gobierno de Yucatán, rememoró el trabajo y la concepción de la política de su padre y habló de lo complicada que será la elección del 2018.
Cervera Hernández es uno de los priistas considerados aspirantes a la candidatura de su partido en las elecciones del 2018, pero se sabe que ha estado indispuesto porque siente que no todos están teniendo “piso parejo” en esa contienda preelectoral.
Pero independientemente de lo personal, llama la atención lo dicho por el legislador al augurar que si los priistas no se ponen de acuerdo, no se respetan, no se fortalecen, podrían tener a cambio una espantosa derrota.
Hay la percepción de que lo que está ocurriendo a nivel federal y nacional, obviamente la afectará a Yucatán en su momento.
El PRI -lo sabe y huele- deberá tener unidad, fortaleza estructural, pero sobre todo, acuerdos que permitan trabajar de común acuerdo.
Encuestas anticipadas visualizan que la oposición -léase PAN- tendría muchas posibilidades de ganar si del otro lado (el PRI) ocurrieran enfrentamientos intestinos.
Aunque son más de 8 los aspirantes a ser candidatos a gobernador, ninguno por sí mismo podría vencer la ola opositora que se prevé podría darse en el 2018.
Desafortunadamente para el priismo nacional, los resultados del gobierno federal y su presidente Enrique Peña Nieto no parecen ser alentadores y eso, quiera que no, les afectará.
Al parecer ya hay presiones porque el diputado federal Liborio Vidal Aguilar ya mandó elaborar encuestas que lo apuntan como uno de los más fuertes priistas en la zona oriente del Estado y en paralelo, el mismo Cervera Hernández se muestra inquieto porque hay otros priistas que están tomando ventajas por su cargo para hacer proselitismo y “no hay piso parejo”.
Como quiera que sea, el mensaje en el aniversario luctuoso de Cervera en el que se aseguró que “el cerverismo” no ha muerto, quedó claro que si no se apuran con la unidad interna, el tiempo se les echará encima y será más difícil.
El PRI no tendrá una elección nada fácil en el 2018 y eso ya está viéndose desde afuera y si al interior no lo entienden, será peor para su causa.
En el PAN mientras tanto ya se observan movimientos buscando fortalecer a sus posibles candidatos y a la vista están dos, el ex alcalde Renán Barrera y el actual edil meridano, Mauricio Vila Dosal.
No obstante lo ocurrido recientemente con el senador Daniel Ávila Ruiz sobre supuestos “moches” por obras en municipios, también es un aspecto que afectará a ese partido político.
Incluso ya recomendaron al mismo Senador no hacer “más ruido” con ese asunto.
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De golpe y porrazo…
Desde ahora en el PRI, comienzan a especular sobre posibles candidaturas que permitieran a ese partido enfrentar con éxito las elecciones del 2018.
En el caso de la Senaduría que sería fórmula, es obligado que una mujer integre con otro varón la dupla para enfrentar el reto electoral.
En el tricolor ya se menciona como posible carta en esa combinación a la actual presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso del Estado, Celia Rivas Rodríguez, quien podría entrar a la contienda ya que ganó ampliamente el 7o. distrito en las elecciones del 2015.
Rivas Rodríguez podría hacer dupla con los otros aspirantes priistas al Senado de la República, como sería el vallisoletano Liborio Vidal Aguilar, Pablo Gamboa Miner o Jorge Carlos Ramírez Marín.
La actual diputada local, quien estuvo en el ámbito agrario y también en la Fiscalía General del Estado, logró ganar la elección del 2015 por amplio margen y pese a que la elección se antojaba complicada.
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Continuarán las reformas y cambios legales en el Isstey para que sus finanzas y decisiones estén en un marco legal, y no sujetas a los humores de su director en turno.
La transformación en esa dependencia era urgente, pues durante años fungió como la “caja chica” del Gobierno del Estado.
Sí no se hacían esas modificaciones de fondo, la quiebra de la institución, era inminente.
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El asunto de Tekax sigue posponiéndose, pues en el Congreso del Estado ni siquiera han creado la comisión especial para investigar el supuesto caso de tortura de parte de policías municipales y el tiempo sigue corriendo.
La realidad es que el priismo no la tiene del todo consigo en el caso del alcalde de Tekax, Josué Couoh Tzec, de quien hay varias quejas, incluso de priistas de esa región que han sido marginados y hasta afectados con las decisiones de ese edil.
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De esto y más estaremos pendientes. Recibimos correos con firmas en yazrodriguezg@gmail.com
