Resoluciones inesperadas cambian el escenario político.
Por: Yazmín Rodríguez Galaz.
En medio de inesperadas resoluciones de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF), la referente a la permanencia de los
alcaldes en sus cargos sin necesidad de pedir licencia y el hecho de que no
habrá veda electoral para los aspirantes, son dos escenarios que cambiaron de
alguna manera lo que se esperaba del proceso electoral que inició el pasado
miércoles de manera oficial y formal.
Ambas disposiciones de parte de esas instituciones
deberán acatarse sin discusión por lo que de hecho tanto el INE como el IEPAC
ya tuvieron conocimiento de las mismas y deberán actuar en consecuencia.
Con esas medidas hay varios beneficiados directos e
indirectos; por principio de cuentas, muchos de los alcaldes que aspirarán a
nuevos encargos, no tendrán que pedir licencia para irse y buscar un nuevo
puesto, sino que podrán trabajar en los respectivos municipios únicamente
estarán bajo la lupa de los órganos electorales para que obviamente no usen o
permitan que los recursos públicos, puedan manejarse para su beneficio o
proselitismo político directo.
El alcalde de Mérida, Mauricio Vila Dosal, es principalmente
uno de los cuales se especulaba cuándo pediría licencia, pensando en sus
aspiraciones futuras rumbo al 2018. No obstante, con la disposición podrá
mantenerse y aspirar a ser candidato del PAN a la gubernatura del Estado.
La coyuntura política permite suponer que Vila Dosal
aprovechará la misma para postularse, lejos de pretender reelegirse como alcalde,
tal como pide un sector (pequeño) dentro del mismo PAN.
Lo mismo ocurrirá para otros ediles de los 105
municipios del Estado, en donde se estima que podrán tener posibilidades de
prolongar su mandato durante 3 años más.
La realidad de las cosas es que para buena parte de
todos –actores políticos y partidos- será una incógnita cómo se sobrellevarán
estas medidas sin que se conviertan en enredos en los municipios y
particularmente entre otros aspirantes que esperan que no haya reelección y que
mucho menos, los actuales ediles siguieran en sus encargos.
Y estaríamos hablando particularmente de municipios
pequeños de los 106 con los que cuenta Yucatán en donde la efervescencia
política parece que ya está a todo lo que da.
El miércoles pasado inició formalmente el proceso
electoral rumbo al 2018 y los órganos electorales tanto el IEPAC a nivel
estatal como el INE en lo que respecta al proceso federal, ya se alistan para
lo que será la histórica jornada electiva para elegir –en el caso de Yucatán-
un nuevo gobernador para los próximos 6 años.
De igual manera, los partidos políticos enfrentarán
un nuevo reto de cara a ese proceso ya que deberán cubrir rigurosamente los
“filtros” que se han colocado para buscar la transparencia y equidad en la
jornada electiva.
Los Ayuntamientos y el gobierno del Estado en su
cierre del 2018, deberán poner todos sus buenos oficios para llegar a la
elección del 1 de julio del 2018, con los percances menos posibles.
De hecho, el mayor peligro para los partidos
políticos en competencia, será la postulación de candidatos y candidatas en
“equidad”, obedeciendo a las nuevas decisiones electorales.
Así que Yucatán ya entra de lleno al año electoral
para renovar a su gobernador, 106 alcaldes, 25 diputados locales, 5 diputados
federales y 2 Senadores, además de la
elección concurrente para elegir al próximo Presidente de la República.
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De
golpe y porrazo
Hasta este mismo espacio han llegado las múltiples
quejas de usuarios de la CFE que argumentan que llegan sus recibos del servicio
en altas cantidades (5 mil, 10 mil y hasta 15 mil pesos) y que prácticamente
están en un estado de indefensión ante esa empresa que argumenta que las “fugas
eléctricas” son en las viviendas.
No parece existir nadie que pueda ser garante para
evitar que esos cobros arbitrarios se hagan o que los usuarios en tanto
resuelven la situación tengan que endeudarse para pagar o quedarse sin el
servicio eléctrico en forma indefinida.
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Se dice por ahí que ante la disposición de que el
alcalde meridano Mauricio Vila Dosal no tendrá que pedir licencia para
separarse del cargo –aunque aspire a otro- ya giró instrucciones para que su
equipo de trabajo acelere el paso.
Según los colaboradores de Vila, el empresario suele
ser enérgico con sus empleados y funcionarios de primer nivel y no les “perdona
una”, incluyendo las fugas y rupturas de agua potable por parte de empresas
contratadas por la misma comuna meridana.
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Pues las dificultades en la Cámara de Diputados para
establecer una mesa directiva, puso de manifiesto la necesidad de buscar
salidas legales a situaciones de esa índole, ya que pareciera que las
fracciones parlamentarias tienen la capacidad para volver “rehén” a la misma
institución.
En medio y sin que fuera personal, la presidencia
del yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín estuvo en boca de todos en tanto se
tomaban decisiones para sacar adelante al órgano cameral.
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Pues en plena temporada de huracanes, Yucatán ha
librado la batalla contra esos meteoros –hasta ahora- pero las ondas tropicales
y las vaguadas han provocado fuerte inestabilidad en el clima de la Península.
Los más perjudicados con esos cambios bruscos, son
los pescadores que dependen del mar en su sustento diario.
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De
esto y más estaremos pendientes.
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