La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, negó categóricamente haber alentado las recientes protestas en Los Ángeles, California, que derivaron en actos de violencia y vandalismo. Las declaraciones de la mandataria mexicana surgen luego de que autoridades estadounidenses insinuaran que sus mensajes habrían influido en la movilización de simpatizantes en Estados Unidos, particularmente en acciones frente a consulados y espacios públicos.
Sheinbaum calificó las acusaciones como “totalmente falsas” y aseguró que sus declaraciones previas fueron malinterpretadas o manipuladas con fines políticos. Afirmó que en ningún momento ha promovido manifestaciones violentas ni ha justificado actos como la quema de vehículos o la destrucción de propiedad pública. La presidenta también subrayó que su postura siempre ha estado enfocada en el respeto, la legalidad y el derecho a la protesta pacífica.
Para respaldar sus palabras, Sheinbaum difundió un video en el que se muestra claramente que su llamado fue a la organización ciudadana pacífica y al respeto de los canales diplomáticos. Según explicó, su mensaje fue dirigido principalmente a la comunidad migrante mexicana en Estados Unidos, instándolos a participar activamente en defensa de sus derechos, pero sin recurrir a la violencia.
La controversia ha generado tensiones diplomáticas entre México y Estados Unidos en un momento ya delicado, marcado por desafíos bilaterales en materia de migración, seguridad fronteriza y cooperación comercial. Desde el gobierno mexicano, diversos actores políticos, gobernadores y legisladores han salido en defensa de Sheinbaum, destacando su historial de lucha social y su compromiso con la no violencia.
Finalmente, la presidenta expresó su deseo de resolver este malentendido mediante el diálogo y la diplomacia, reiterando que México no interfiere en los asuntos internos de otros países y que cualquier expresión ciudadana debe canalizarse de forma pacífica y constructiva.