La reciente decisión del presidente Donald Trump de suspender los fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha resultado en la congelación de 100 millones de dólares destinados a diversos programas en México. Esta medida, parte de una reestructuración que busca integrar las funciones de USAID dentro del Departamento de Estado, ha generado preocupación tanto en Washington como en el ámbito internacional.
Impacto en programas en México
Los fondos congelados estaban destinados a una variedad de iniciativas en México, incluyendo:
• Búsqueda de mujeres desaparecidas: Programas en varios estados enfocados en localizar a mujeres desaparecidas.
• Acceso a la justicia: Esfuerzos para apoyar al gobierno mexicano y a organizaciones no gubernamentales en la provisión de servicios legales a comunidades marginadas.
• Combate a la corrupción: Aproximadamente 5 millones de dólares estaban asignados a iniciativas anticorrupción.
Estos programas, desarrollados en colaboración con el gobierno mexicano durante los últimos seis años, ahora enfrentan una incertidumbre significativa debido a la suspensión de los fondos.
Reacciones y consecuencias
La decisión ha suscitado diversas reacciones. Elon Musk, designado por Trump para liderar la reducción del tamaño del gobierno federal, ha calificado muchos de los proyectos de USAID como un “desperdicio”. Como ejemplos, la Casa Blanca mencionó iniciativas como una ópera transgénero en Colombia y un cómic sobre temas transgénero en Perú, argumentando que estos proyectos no se alinean con los intereses nacionales de Estados Unidos.
Sin embargo, exfuncionarios de USAID y evaluaciones independientes han cuestionado estas afirmaciones, señalando que las descripciones de la Casa Blanca son engañosas o inexactas. Una revisión del Washington Post indicó que 11 de las 12 descripciones presentadas eran erróneas.
La suspensión de fondos no solo afecta a México. En toda América Latina, aproximadamente 2 mil millones de dólares en asistencia extranjera manejada por USAID y el Departamento de Estado están actualmente congelados. Esta interrupción ha paralizado programas destinados a combatir el narcotráfico, la corrupción, el hambre y la desigualdad en la región, poniendo en riesgo a millones de personas que dependen de estos apoyos.
Implicaciones para el futuro
La reestructuración de USAID, que incluye el despido de la mayoría de sus 10,000 empleados y la transferencia de solo 600 al Departamento de Estado, ha generado preocupaciones sobre la continuidad de los programas de asistencia internacional. Además, la interrupción de fondos ha tenido repercusiones inmediatas en sectores críticos; por ejemplo, Etiopía ha despedido a más de 5,000 trabajadores de salud financiados por Estados Unidos, y Kenia se prepara para suspender a unos 40,000 debido a la falta de recursos.
En respuesta a estas acciones, un juez federal en Estados Unidos ha bloqueado temporalmente la orden de Trump de suspender la ayuda exterior, argumentando que la medida podría tener consecuencias legales y humanitarias significativas.
La comunidad internacional y diversas organizaciones han expresado su preocupación por el impacto de estas decisiones en poblaciones vulnerables y en la estabilidad de programas esenciales en todo el mundo.


