Dolly Parton rompió el silencio frente a los crecientes rumores sobre su salud mediante un video en sus redes sociales en el que buscó reconfortar a sus seguidores y dejar claro que su situación no es tan grave como se ha especulado. En ese mensaje afirmó con contundencia: “I ain’t dead yet” (o “¡Todavía no he muerto!”).
El origen del revuelo se remonta a una publicación de su hermana Freida Parton, quien aseguró haber estado “up all night praying” (“despierta toda la noche rezando”) por el bienestar de Dolly. Esa publicación encendió alarmas entre el público, al interpretarse como indicio de una dolencia grave. Posteriormente, Freida intentó matizar sus palabras: “No quise asustar a nadie ni que sonara tan serio al pedir oraciones por Dolly. Ha estado un poco indispuesta…”
En su video, Dolly mostró su característico humor y cercanía. Preguntó: “¿Do I look sick to you?” (“¿Acaso me veo enferma?”) mientras aclaraba que, si bien “he got some problems, nothing major” (“tengo algunos problemas, nada importante”), estaba bajo tratamiento y recuperándose. Explicó que, durante la enfermedad y muerte de su esposo Carl Dean en marzo, descuidó su propia salud, lo que llevó a que los médicos le indicaran ocuparnos de “esto y aquello”.
Un episodio que avivó aún más la preocupación fue la circulación de una imagen generada por inteligencia artificial que mostraba a Parton supuestamente en su lecho de muerte junto a Reba McEntire, lo cual ella abordó con sorna: “If I was really dying, I don’t think Reba would be the one at my death bed” (“Si realmente estuviera muriéndome, no creo que Reba sería quien esté en mi lecho de muerte”)
Además, su equipo confirmó que entre las molestias que ha sufrido están cálculos renales. La artista pospuso sus conciertos programados en Las Vegas para diciembre, mencionando “health challenges” (“desafíos de salud”) y señalando que debía someterse a procedimientos médicos. Aun así, sostuvo que no piensa retirarse: “I don’t think God is through with me, and I ain’t done working” (“No creo que Dios haya terminado conmigo y yo tampoco he terminado mi trabajo”).
La reacción del público fue inmediata. Muchos celebraron su tono directo y honesto, así como su voluntad de hablar frente a los rumores. Otros reflexionaron sobre los riesgos de la especulación mediática en torno a figuras públicas mayores, y sobre la responsabilidad que recae en familiares y medios al hacer declaraciones que pueden interpretarse de maneras extremas.
En síntesis, Dolly Parton usó su propia voz para poner fin a especulaciones: declaró que está enfrentando problemas de salud menores, que no está en peligro y que continua con energía y propósito en su carrera. Ahora el pulso mediático gira hacia su recuperación y el reencuentro con sus proyectos programados.


