El Papa Francisco, desde el hospital Gemelli donde se encuentra internado desde el 14 de febrero, aprobó el 11 de marzo un proceso de acompañamiento y evaluación de la fase de implementación del Sínodo de la Sinodalidad, que culminará en octubre de 2028 con una Asamblea Eclesial en el Vaticano.
Este proceso no implica la convocatoria de un nuevo Sínodo, sino que busca consolidar lo realizado hasta ahora en el camino sinodal. La Asamblea Eclesial de 2028 servirá para recoger los frutos madurados a nivel de la Iglesia y reforzar la sinodalidad como dimensión esencial de la vida eclesial.
El Cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo, en una carta dirigida a obispos y líderes de la Iglesia, destacó que este itinerario pretende llevar a todas las Iglesias particulares las orientaciones aprobadas en el Sínodo, enfatizando la importancia de la participación activa de todos los sectores de la Iglesia, desde el clero hasta los laicos.
Se espera que este proceso de acompañamiento fortalezca los equipos sinodales diocesanos y promueva un estilo de caminar juntos en la Iglesia, reflejando la esencia de la sinodalidad.