El cuerpo de Norlan Guzmán Fuentes, un ciudadano salvadoreño que murió durante un tiroteo perpetrado contra una oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Dallas, fue entregado recientemente a su familia en El Salvador. Según fuentes, el féretro llegó al país la noche del domingo al aeropuerto local.
Guzmán Fuentes, de 37 años, fue identificado como la primera víctima mortal del ataque. Las autoridades estadounidenses confirmaron que el detenido fue baleado mientras se encontraba bajo custodia del ICE. El agresor, Joshua Jahn, de 29 años, abrió fuego desde un tejado cercano y posteriormente se suicidó.
Familiares de Guzmán Fuentes habían sido contactados por el consulado salvadoreño en Dallas para coordinar la repatriación. Su hermana, Alba Guzmán Fuentes, relató que le habían informado: “Ya venía, ya estaba listo. Me habían avisado que tenía que ir a recogerlo a San Salvador” y que pensaban preparar una sopa de gallina para su llegada.
El asesinato de Guzmán no fue el único incidente fatal vinculado al ataque. Días después, murió Miguel Ángel García Hernández, un migrante mexicano de 32 años que había resultado gravemente herido durante el mismo tiroteo y permanecía hospitalizado. La muerte fue confirmada por la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), que dijo que fue desconectado del soporte vital.
García, quien había sido detenido días antes por una infracción de tránsito, recibió al menos ocho disparos, según informes, y su esposa lo describió: “Mi esposo Miguel era un buen hombre, un padre cariñoso y el sustento de nuestra familia”. La familia también denunció las condiciones de hospitalización, entre ellas que García estaba esposado a la cama y limitado a pocas horas de visita con presencia de agentes del ICE.
Mientras tanto, un tercer migrante herido, José Andrés Bordones Molina, de origen venezolano, continúa hospitalizado por las lesiones sufridas en el ataque.
El tiroteo ocurrió el 24 de septiembre en la oficina del ICE en Dallas. Ningún agente migratorio resultó herido, e inmediatamente después del ataque el sospechoso se quitó la vida.
La demora en la difusión de información oficial sobre los heridos y las muertes ha generado críticas y lenta respuesta diplomática. Según medios, las autoridades estadounidenses tardaron días en confirmar las identidades y las condiciones de los detenidos afectados.
En El Salvador, familiares esperan que las autoridades brinden apoyo para trámites de repatriación y justicia para Norlan Guzmán Fuentes. La entrega del cuerpo marca un doloroso cierre para su círculo cercano, pero abre preguntas sobre responsabilidades en el manejo del caso.
