Kylie Jenner ha decidido revivir una era que marcó a toda una generación. Con su King Kylie Collection, la empresaria rinde homenaje directo a la estética del año 2015, aquella época en la que el delineado sobrecargado, los tonos mate y el cabello azul‑teal eran su firma personal. Su nueva propuesta no solo evoca nostalgia, sino que reincorpora el espíritu irreverente y experimental que dio origen a Kylie Cosmetics.
El anuncio de este relanzamiento fue contundente: Kylie estrenó en Snapchat —la plataforma que la impulsó en su apogeo adolescente— un cortometraje titulado “Glosses Part II: King Kylie Returns”, que funciona como secuela del video icónico que en 2016 acompañó a su primera línea de glosses. En el teaser, la empresaria aparece atrapada en una celda, escapa para reaparecer con su look más emblemático y portando el conjunto de Roberto Cavalli que usó en esa era. Con esto, no solo relanza productos, sino toda una identidad digital.
La colección saldrá oficialmente el 18 de octubre e incluirá glosses, labiales líquidos mate y una paleta de sombras inspirada en el color teal que definió la era King Kylie. Los empaques retoman el estilo de los primeros Lip Kits, pero con un acabado más moderno y referencias visuales a los filtros clásicos de Snapchat. Es una mezcla entre revival y reinvención, pensada para conectar con las seguidoras que crecieron junto a Kylie y con nuevas audiencias que buscan autenticidad estética.
Pero este renacimiento es también una jugada estratégica. Kylie regresa a sus raíces digitales en un momento en que las redes sociales atraviesan otro ciclo de nostalgia por los años 2010. Su decisión de usar Snapchat en lugar de plataformas más populares ahora (como TikTok o Instagram) refuerza el mensaje de “volver al origen” y apela directamente a quienes la acompañaron desde sus inicios.
En definitiva, con King Kylie no solo se comercializa maquillaje: se comercializa memoria colectiva. Esta colección simboliza una época marcada por excesos visuales, filtros brillantes y una confianza sin disculpas. En 2025, ese espíritu vuelve a coronarse, recordándonos que las tendencias pueden transformarse, pero los íconos —como el alter ego más famoso de Kylie— nunca mueren.
