El gobierno de Francia, a través del ministro de Economía Roland Lescure, ha amenazado formalmente con vetar en el país a la plataforma de comercio electrónico Shein si vuelve a comercializar muñecas sexuales con características que remiten a menores. Las autoridades francesas sostienen que la venta de estos productos podría constituir material de naturaleza pedopornográfica, lo que facultaría legalmente a impedir el acceso de la empresa al mercado francés.
La advertencia se produce luego de que la Direction générale de la concurrence, de la consommation et de la répression des fraudes (DGCCRF), organismo francés encargado de la vigilancia del consumidor y la competencia, detectara en la web de Shein la comercialización de muñecas sexuales con apariencia infantil, además de otras que fueron catalogadas como pornográficas sin filtros adecuados de acceso para menores. El organismo presentó la denuncia correspondiente ante la fiscalía.
En respuesta, Shein retiró esos artículos de su plataforma y anunció que suspendía temporalmente la categoría de “productos para adultos” mientras revisaba sus controles internos. Lescure subrayó que la ley francesa contempla la posibilidad de bloquear el acceso al mercado de empresas involucradas en la distribución de material pedófilo, terrorismo o narcóticos. “Si esta conducta se repite, estaríamos en nuestro derecho legal de impedir el acceso de Shein al mercado francés”, declaró.
El anuncio tiene lugar en un momento especialmente sensible para la firma: Shein proyecta la apertura de su primera tienda física permanente en Francia, ubicada dentro de los grandes almacenes BHV Marais en París. Ese plan de expansión física ha provocado críticas tanto del sector minorista francés como de activistas ambientales y laborales que cuestionan su modelo de “ultra fast fashion”.
La situación pone de relieve dos ejes de confrontación: por un lado, el cumplimiento por parte de plataformas de comercio electrónico globales de las normativas nacionales sobre productos ilegales o inapropiados; por otro, la creciente presión del gobierno francés contra el modelo low-cost de moda ultra rápida, que considera incompatible con normativas ambientales, laborales y de consumo más exigentes. Francia ya había aprobado en 2025 una ley que regula la moda de bajo coste, con gravámenes y restricciones publicitarias para marcas que operan con rotación muy alta y bajo precio.
Para Shein, la advertencia representa un riesgo significativo no solo en términos de reputación sino también de acceso comercial. Si bien la empresa opera en múltiples países y ha enfrentado sanciones en Francia por prácticas comerciales engañosas —como la multa de 40 millones de euros impuesta en julio de 2025 por descuentos ficticios y alegaciones medioambientales dudosas— este nuevo foco está vinculado directamente a contenido considerado ilegal por la ley francesa.
El desarrollo de los hechos deberá observarse de cerca. En los próximos días se espera que Shein comparezca ante comisiones parlamentarias francesas que investigan importaciones de productos peligrosos o ilegales. Al mismo tiempo, la DGCCRF podría intensificar inspecciones sobre otras categorías del portal. Si se comprueba nueva infracción, la retirada efectiva del mercado francés podría preceder al bloqueo real de acceso.


