El pasado domingo, un pasajero del vuelo 3041 de la aerolínea Volaris, que cubría la ruta de El Bajío, Guanajuato, a Tijuana, Baja California, intentó desviar la aeronave hacia Estados Unidos. Según informes, el hombre, identificado como Mario “N”, de 31 años, viajaba con su esposa y dos hijos menores. Antes del despegue, habría recibido amenazas de muerte relacionadas con el secuestro de un familiar cercano, advirtiéndole que no llegara a Tijuana.
Durante el vuelo, Mario “N” agredió a una sobrecargo e intentó ingresar a la cabina de pilotos para desviar el avión. La tripulación, siguiendo los protocolos de seguridad, logró someterlo y decidió desviar la aeronave al Aeropuerto Internacional de Guadalajara, donde fue entregado a las autoridades competentes.
Tras su detención, Mario “N” fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal. Expertos señalan que podría enfrentar cargos por terrorismo, con penas que oscilan entre 15 y 20 años de prisión, según el Código Penal Federal.
Volaris emitió un comunicado lamentando los inconvenientes causados y reafirmó que la seguridad de sus pasajeros y tripulación es su máxima prioridad. La aerolínea también informó que se ha constituido como parte acusadora en el proceso judicial para asegurar que el detenido enfrente las consecuencias legales correspondientes.


