Las huellas de José Tomás querían quedarse en la arena. Querían quedarse en la arena las huellas de José Tomás… aquellas que nacieron en junio en Granada. En Granada, la tierra soñada, nacieron las huellas aquellas que dibujaron los pasitos del Maestro de Galapagar..
Caminaba, José Tomás, sobre el albero.. y solo el verlo caminar vale un imperio. O dos imperios. Aquí y allá, el mundo entero al compás, Granada entre dos aguas al compás que marca José Tomás. Caminaba, pues, despacito, como despacito torea… y sus pasos de rey se escribían en el suelo..
El suelo de sus terrenos. Los terrenos de José Tomás no son terrenos sin más: son propios, históricos, donde se ponen la ley y la verdad. Y, al caminar, hizo José Tomás que naciera una hilera de pasos: la huella de sus lances, el recuerdo arenoso y arenero de una tarde de historia! Conquista de ole!
Y esas huellas quisieron permanecer en las arenas. Y lo soñaron. Y lo pidieron a los deseos de san Juan, que ya venían. Pero no pudo ser. O sí! Sí fue, pero solo los seres de corazón de oro lo saben. Las huellas se borraron de la arena… pero quedan para siempre en la memoria, en el alma, en la piel, en la emoción, en el sentimiento…
Porque lo que importa pasa dentro, muy dentro…
Granada histórica..
Dedicado a José Tomás
A Granada el 22 de junio: la perfección
A todos los que anduvimos felices en Granada
A los que se echaron de menos en Granada
A mi cantante favorito
A Luis
A los conquistadores de ley y verdad, ánimo
A mi Hugo: qué buenas notas!
A Roberto
Y al pueblo de las erres