Marco Antonio Cortez Navarrete
La muerte del Papa Francisco —hoy lunes a las 3 de la madrugada— tiene, sin duda, un impacto profundo a nivel mundial, tanto en lo religioso como en lo político y social.
Con la muerte del Vicario de Cristo se convocará a un cónclave para elegir a un nuevo Papa. Esto será un nuevo momento crucial para el futuro rumbo de la Iglesia.
El Papa Francisco es el Papa número 266.
Su nombre completo es Jorge Mario Bergoglio y fue elegido el 13 de marzo de 2013, tras la renuncia de su predecesor, el Papa Benedicto XVI. Además, es el primer Papa originario de América y el primer jesuita en ocupar el cargo
El pontificado de Francisco quedará marcado por su enfoque en la humildad, la justicia social, la inclusión y el cuidado del medio ambiente. Muchos dentro de la Iglesia ven su muerte como el cierre de una era reformista.
El estilo pastoral y algunas posturas del Papa Francisco (como su apertura al diálogo con la comunidad LGBTQ+, la posibilidad de ordenar hombres casados en zonas remotas o su actitud hacia los divorciados) fueron polémicas entre los sectores más conservadores.
Francisco fue un actor global importante, promoviendo el diálogo interreligioso, la paz y mediando en conflictos (como entre Cuba y EE. UU. y entre Israel y Palestina). Su ausencia dejaría un vacío en ese tipo de diplomacia moral.
Asimismo fue una voz constante en temas como el cambio climático, el capitalismo desmedido y la crisis migratoria. Sin él, esos temas perderían un portavoz influyente en el ámbito ético y espiritual.
Para millones, creyentes o no, Francisco representaba una figura de compasión y humanidad. Su muerte generaría una gran ola de luto.
¿Que se aproxima? dias de cobertura continua en los medios, ceremonias de homenaje y un fuerte seguimiento del cónclave para elegir a su sucesor.