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¿Te mueres por que te atiendo o Por que no te atiendo?

Luis Ramirez Carrillo
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Agosto sigue su ya normal curva mortal y su apego a los treintas. Hoy tuvimos 33 muertos con los que llegamos a 1,686 y 110 nuevos contagios, alcanzando 12,818. Llama la atención que bajen los contagios pero no los muertos…y también llama la atención que los casos hospitalizados siempre rondan los quinientos y pico, y rara vez han superado los 600. Cifras muy uniformes. Al día de hoy por ejemplo las cifras oficiales dicen, si ustedes se fijan, que solo hay 521 hospitalizados. Cifras parecidas han sido recurrentes desde hace casi dos meses. También se informa desde hace dos meses, que estamos muy bien porque sólo se ocupan entre un 50% y un 60% de las camas y los equipos de terapia intensiva. Quizás porque si superaran ese número el margen de disponibilidad de camas para mantener un semáforo naranja se volvería muy estrecho. El naranja obliga a mantener un margen hospitalario de suficientes camas y equipo o si no se vuelve al rojo. Eso nos mostraría que en realidad el gobierno estatal está siguiendo la misma política que el gobierno federal: el foco de la política de salud del Estado mexicano es en realidad una política de la enfermedad. Cumplo mi obligación como gobierno si mantengo mi capacidad hospitalaria para atender a los enfermos. No la obligada prevención, no el control férreo para evitar la cercanía y contagio en el transporte público, no las pruebas ni el aislamiento de enfermos y contactos. El Estado, y a efectos de esto tanto el federal como el estatal, piensa que se lavará la cara si mantiene un adecuado márgen de camas hospitalarias, además, claro, de seguir manteniendo el semáforo en naranja y proceder a abrir todo lo más pronto posible. Y aquí no está pasando nada. ¿Será por eso que nos mantenemos por debajo de los 600 hospitalizados desde hace meses? No tenemos los datos necesarios para Yucatán que nos permitan saber cuantos de los diagnosticados son hospitalizados, cuanto tiempo duran hospitalizados, cuantos de estos pasan a terapia intensiva, cuanto duran en ella y de éstos cuantos mueren y sobreviven. Tampoco los tenemos para todo México. Sin éstos datos es muy dificil evaluar la efectividad de nuestros tratamientos y, desde luego, las esperanzas para los que entran a un hospital público. Tampoco tenemos, otra vez por supuesto, los datos del registro civil para calcular las muertes excedentes para estos meses. En Yucatán estamos muy a ciegas de lo que en realidad está sucediendo. Sólo tenemos las tendencias nacionales. Y el panorama nacional también está incompleto. Ayer decíamos que a nivel nacional la mayor letalidad de los tratamientos de los enfermos de covid se daba en hospitales públicos con el Imss con 47% y el Issste con 32.4%, en tanto que en las clínicas privadas era del 15.7% y que la menor se daba en las clinicas de la Sedena con sólo el 12.7%. Ayer también exculpabamos al personal diciendo que pese a sus sacrificios las clínicas públicas siguen tan mal equipadas después de seis meses de pandemia que los hospitalizados mueren más en ellas. Esa es una posibilidad, pero también hay otra que se asoma en el horizonte para Yucatán y que ya otras personas han señalado para todo el país. La mayor mortalidad de las clínicas públicas puede deberse a que en ellas se manda a la mayor parte de los pacientes a sus casas y solo se aceptan a los más graves. Lo que por supuesto multiplica sus posibilidades de fallecer al ser atendidos con la enfermedad muy avanzada o en fases agudas. Y eso puede ser por una razón netamente política. Si aceptan a todos los enfermos, ni tienen con que tratarlos como se debe, ni, y esa puede ser la principal razón, se mantiene el márgen de camas y equipo disponible para seguir justificando una mayor apertura y un semáforo naranja. Es decir, los muertos y contagiados pueden aumentar, pero mientras haya camas y respiradores sin usar el Gobierno está cumpliendo su obligación y la vida y la economía pueden seguir, que es lo que más le preocupa al gobierno federal y también al estatal. Desde hace dos meses los muertos y contagiados suben diario pero, que curioso, seguimos teniendo camas vacías, respiradores sin usar y casi la mitad de la capacidad hospitalaria disponible. Que curioso, repito aunque suene mal la repetición… al día de hoy Yucatán tiene 12, 818 contagiados y 521 hospitalizados pero hace un mes teníamos un 50% menos de contagiados y casi los mismos hospitalizados ¿no será que necesitamos mantener ese márgen de disponibilidad para tener el indicador adecuado que nos permita mantener el semáforo naranja? Y bueno, si para ello hay que mandar a los enfermos a su casa y sólo atenderlos al final, pues se hace. Claro que, como todo el mundo sabe, los muertos siempre aparecen y nos dicen algo. En este caso que quizás la atención en los hospitales públicos no es más letal. Simplemente es tardía. O mejor dicho, es más letal porque es tardía. La vida humana supeditada a la política…como siempre es este país. Salud y suerte. (Luis Ramírez).

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