El lunes 16 de junio de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó anticipadamente la cumbre del G‑7 en Canadá tras el agravamiento del conflicto entre Israel e Irán. Su portavoz, Karoline Leavitt, confirmó que decidió regresar a Washington para “monitorear las tensiones en Oriente Medio” y convocar al Consejo de Seguridad Nacional en la sala de crisis de la Casa Blanca.
Previo a su salida, Trump utilizó su plataforma Truth Social para exigir que “todos evacúen Teherán de forma inmediata” y reiteró que “Irán no puede tener un arma nuclear”. Asimismo, manifestó su frustración por la negativa de Irán a suscribir un acuerdo nuclear que, en su opinión, habría evitado el actual enfrentamiento.
Durante su breve estancia en la cumbre, el mandatario expresó un fuerte respaldo a Israel e indicó que su administración “trabaja intensamente para mediar un alto al fuego”. Sin embargo, se abstuvo de apoyar una declaración conjunta del G‑7 que solicitaba moderación tanto de Israel como de Irán, lo que generó tensiones diplomáticas con los otros líderes del bloque.
Según fuentes de prensa, Trump se retiró el lunes por la noche tras la cena oficial, a pesar de que inicialmente tenía previsto permanecer hasta el martes, cuando estaba programado un encuentro bilateral con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski.