.. a ella le gustaban las leyendas de Bécquer y las letras de Alejandro Sanz, escribía un poquito con tinta verde aunque jamás iba a atreverse a mostrar sus párrafos a Aguado o a Manzanares. Amaba el arte de la muleta y montar a caballo, era una niña de timidez y una sonrisa franca, de lectura y cultura.. de mil aventuras con la pandilla, tardes que anochecen, el primer amor en cien besos..
Se llamaba Lourdes..
.. Babiana decía que le gustaba leer, pero en su cabeza había tan pocos libros como comas en sus textos, componía hojas con oraciones llenas de nada copiadas aquí y allá. Había hecho de la mentira su mundo, y en el terreno de la falsedad se movía mejor que un pez en su agua fría y cristalina. No formaba parte de ningún grupo de gentes de su edad.. no era clara..
Se llamaba Babiana, ya lo hemos dicho..
El torero era lo que había sido su padre, para él su papá. Maestro y aficionado, corazón y arrebato, capote y terciopelo. Dinastía de leyendas y tardes, un poco rondeño, un poco sevillano… Alicantino por la gracia de Dios y del Eterno Manzanares… Regalaba aquella tarde una entrada. Una entrada para un mano a mano entre él y la bohemia morantista del genial, y genio, Morante…
Organizó un concurso y…
.. y Babiana la consiguió. Mintió… y ganó…
No! No, no, noooo.. no ganó! La mentira es tan fea que no gana jamás, aunque pueda parecerlo.. al final se descubrió el engaño y la entrada pasó a otra persona. No fue a Lourdes, que había quedado finalista en la primera convocatoria. En aquella ocasión ella ya no estaba allí. La ganó un joven en lucha contra el cáncer, y disfrutó de una tarde dorada, hermosa, serena.
Viva la verdad!
A la verdad y la gente de verdad
A Lourdes, que disfruta con mis historias
A Manzanares, suerte!
A Sara de la Fuente
A manzanaristas de ley
A Pablo Aguado y a Pablo
A Morante y a morantistas
A genios
A Luis
Al toreo
A Alejandro Sanz
A mi cantante favorito
Y a toda persona en la batalla contra el cáncer: valor y fuerza!