El 14 de enero de 2025, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció la retirada de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. Esta decisión se produjo tras un acuerdo facilitado por el Vaticano, en el que el gobierno cubano se comprometió a liberar a 553 prisioneros, incluyendo a aquellos detenidos durante las protestas antigubernamentales de 2021.
La eliminación de Cuba de esta lista implica el levantamiento de varias sanciones impuestas desde 2021, durante el mandato de Donald Trump. Entre las medidas adoptadas por la administración Biden se encuentra la suspensión del Título III de la Ley Helms-Burton, que permitía a ciudadanos estadounidenses demandar por propiedades expropiadas en Cuba.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aplaudió la decisión de Biden, destacando la importancia del diálogo y el papel de Cuba en los procesos de paz en la región. La Cancillería colombiana también expresó su agradecimiento por el apoyo de Cuba en las negociaciones con grupos insurgentes.
Sin embargo, esta medida ha generado críticas por parte de algunos sectores en Estados Unidos. El senador Marco Rubio, nominado como secretario de Estado por el presidente electo Donald Trump, expresó su desacuerdo con la retirada de Cuba de la lista de patrocinadores del terrorismo, señalando que “hay cero dudas de que Cuba sí promociona el terrorismo”. Rubio también indicó que esta decisión podría ser revertida por la nueva administración.
Por su parte, el gobierno cubano anunció la liberación de 553 prisioneros en el marco del Jubileo Ordinario de 2025, sin vincular directamente esta acción con la decisión de Washington. Entre los liberados se encuentran personas detenidas durante las manifestaciones pacíficas de julio de 2021. Organizaciones de derechos humanos han instado a la liberación de todos los presos políticos en la isla.