No son pocos en Estados Unidos los que ven con inquietud y perturbación el “desastre” en el que para ellos se han convertido las actuales elecciones primarias para seleccionar a los candidatos presidenciales de los partidos Demócrata y Republicano que se disputarán la Casa Blanca en noviembre próximo.
La irrupción de Donald Trump, con toda su carga de ofensas y autoritarismo, pero también la de Ted Cruz, un ultraconservador recalcitrante adversario del sistema político tradicional, y hasta la de Bernie Sanders, con su discurso de izquierda y su convicción “demócrata socialista”, le han retorcido la tripa a gran cantidad de personas, sobre todo las que imaginaban o deseaban un proceso electoral menos rocambolesco y más apegado a las costumbres y a los roles de dominación de ciclos anteriores.
Ante ello muchos se exprimen las ideas buscando una solución. Y para Jim VandeHei, fundador del influyente portal Politico.com pero recientemente separado de él, la opción sería clara: crear un partido alterno para lanzar una tercera candidatura presidencial que logre, además de superar a los candidatos y partidos tradicionales, corregir con ideas frescas, transparentes, cándidas y amplia interacción con internet y las redes sociales, el descarrilado panorama político actual, según comenta el portal The Blaze.
El candidato ideal para lograrlo sería el fundador y CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, quien de acuerdo a un artículo publicado por VandeHei en The Wall Street Journal, sería capaz de proveer la ruptura que el país necesita para enderezar su situación política-electoral, pero no de la manera como lo están haciendo Trump y Sanders, el primero, dice VandeHei, “una estrella de reality-TV con visiones sobre la mujer de la década de 1950” y una “aproximación vulgar a la política”, el segundo “un socialista de 74 años que regaña a Wall Street”.
VandeHei propone crear el Partido de la Innovación, con Zuckerberg como candidato presidencial, para atraer a los votantes, recurrir a los “trucos” de Trump y Sanders pero también aprender de sus errores, utilizar la revolución digital para el bien general y, al final, se desprende, tener un presidente con proyección de futuro.
Además, para apuntalar al joven y cándido candidato, añade con un tono ominoso, la campaña del Partido de la Innovación tendría que agitar el “factor miedo”, con un aspirante vicepresidencial con experiencia militar o conocimientos de la guerra contemporánea, pues ante el terrorismo actual los estadounidenses “requieren una teoría” para enfrentarlo. Por ello, un tema de la campaña de ese supuesto partido sería mencionar con un “lenguaje musculoso” el uso de drones para liquidar sujetos que amenacen la seguridad estadounidense y describir las nuevas armas y ejércitos que el país necesita para “mantener seguro a Estados Unidos”.