En Cancún, se ha observado un incremento en el número de menores conocidos como ‘niños llave’, término que describe a aquellos que, debido a las largas jornadas laborales de sus padres en el sector turístico, pasan extensos periodos sin supervisión adulta. Estos niños y adolescentes, de entre 10 y 17 años, permanecen solos en casa durante lapsos que oscilan entre ocho y doce horas diarias.
Miguel Ángel Portillo Acosta, subsecretario técnico de la sección 25 del sindicato de maestros, señaló que esta situación afecta negativamente la formación de hábitos y la convivencia familiar. Según Portillo Acosta, “la ausencia de los padres en casa no contribuye a fomentar buenos hábitos, disciplina ni convivencia familiar, y en muchas de las veces maleduca a los niños, ya que los padres, para compensar su ausencia, les dan absolutamente todo”.
Connie Garay Vargas, psicóloga especialista en menores del DIF municipal de Benito Juárez, advirtió sobre los riesgos adicionales que enfrentan estos niños al estar sin supervisión en la calle. Garay Vargas enfatizó que “la calle está llena de peligros para los menores de edad. Hay personas sin escrúpulos, y es fundamental que los padres tomen conciencia de los riesgos que enfrentan sus hijos cuando están solos, como accidentes o adultos que se les acercan con intenciones perversas”.
Ante esta problemática, el DIF estatal y los municipios han implementado programas que ofrecen actividades recreativas y educativas complementarias a las escolares, con el objetivo de mantener a los menores ocupados y bajo la supervisión de adultos responsables.
Es imperativo que los padres de familia tomen conciencia de los riesgos asociados a dejar a sus hijos sin supervisión y busquen alternativas que garanticen su seguridad y desarrollo integral.