La presidenta Claudia Sheinbaum calificó como un “acto de justicia” la nueva sentencia emitida en Estados Unidos contra Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, y su esposa, Linda Cristina Pereyra, quienes fueron condenados a pagar una suma histórica de 2,488 millones de dólares al Estado mexicano por su participación en una red de sobornos vinculada a contratos con dependencias públicas.
Durante su conferencia matutina desde Palacio Nacional, Sheinbaum fue clara: este fallo no solo representa una condena contra el vínculo de García Luna con el narcotráfico, sino que también revela el alcance de los negocios irregulares que el exfuncionario realizó con recursos públicos incluso después de haber dejado el gobierno. La mandataria recordó que estos hechos no habrían salido a la luz sin una investigación firme y un compromiso institucional por parte del Estado mexicano para recuperar lo que fue saqueado.
“Esta sentencia no solo castiga a quienes abusaron del poder, sino que envía un mensaje claro a quienes piensan que pueden usar el servicio público para enriquecerse: en México, la impunidad ya no tiene cabida”, afirmó Sheinbaum ante medios. También reconoció la labor de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y de los equipos legales que han trabajado en coordinación con autoridades estadounidenses para lograr este resultado.
El caso García Luna ha sido emblemático por su doble dimensión: por un lado, la condena penal por narcotráfico y delincuencia organizada, con una sentencia de 38 años de prisión dictada en octubre de 2024, y por otro, este castigo económico por desvío de fondos públicos mediante sobornos y contratos ilegales. Ambas resoluciones, señaló Sheinbaum, son parte de una misma narrativa: la de la corrupción estructural que se vivió en el pasado y que ahora, poco a poco, empieza a ser juzgada.
La cifra impuesta por el tribunal —más de 2 mil millones de dólares— se relaciona con el dinero que García Luna y su red recibieron a cambio de manipular licitaciones públicas a favor de empresas vinculadas a él. La sentencia también abarca los recursos obtenidos por su esposa, quien según la acusación, fue parte activa de los esquemas de triangulación de fondos y creación de empresas fachada.
Sheinbaum reiteró que su gobierno seguirá luchando por recuperar esos recursos y devolverlos al pueblo, especialmente en sectores como salud, educación y seguridad. “Ese dinero no es simbólico, es dinero que salió de los bolsillos de millones de mexicanas y mexicanos que hoy merecen respuestas, justicia y reparación”, sostuvo.
Este nuevo revés legal para García Luna confirma que la justicia transnacional puede ser una herramienta poderosa cuando se ejerce con cooperación y firmeza, y coloca a México como un país dispuesto a enfrentar los abusos del pasado con seriedad. La presidenta concluyó su mensaje con una frase que resume la postura de su administración frente a estos casos: “No se trata de venganza, sino de justicia. Y la justicia, tarde o temprano, llega”.
