La presidenta Claudia Sheinbaum abordó este jueves la polémica generada por la presencia de banderas mexicanas en protestas contra las redadas migratorias en Estados Unidos, afirmando que su uso podría considerarse una “provocación” diplomática, aunque recalcó que el objetivo central de su postura es evitar confrontaciones entre ambos países.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum aclaró que nunca ha instado a acciones violentas y condenó la descontextualización de sus declaraciones. Sobre las críticas de la secretaria de Seguridad de EE. UU., Kristi Noem, quien la acusó de alentar protestas, respondió que dicha acusación es “falsa” y enfatizó que su llamado público al “movimiento” estaba dirigido únicamente a expresar rechazo al impuesto propuesto del 3.5 % a las remesas, no a incitar disturbios.
La mandataria reiteró su enfático rechazo a la violencia en cualquier forma. “Buscamos evitar confrontaciones, por el bien de México y los mexicanos que viven allá, y por el bien de Estados Unidos”, declaró. En este sentido, recalcó su compromiso con el diálogo diplomático y privilegió la gestión pacífica frente a la situación que enfrentan los migrantes mexicanos en ese país.
En paralelo, Sheinbaum se reunió con el subsecretario de Estado estadounidense Christopher Landau y el embajador Ronald Johnson en Palacio Nacional. En ese encuentro, manifestó su rechazo a las redadas migratorias y resaltó la importancia de evitar la criminalización de quienes trabajan honradamente en EE. UU. “No estamos de acuerdo en que se utilizaran las redadas para detener a personas que trabajan honestamente en Estados Unidos, que eso iba a dañar […] la economía estadounidense”, afirmó.
Sheinbaum también subrayó la relevancia de las remesas, recordando que Estados Unidos depende del flujo económico que representan los migrantes mexicanos. Asimismo, reiteró su disposición al trabajo conjunto con Washington tanto en materia migratoria como comercial, de cara a la próxima cumbre del G‑7 en Canadá.
- Aclaración diplomática: Sheinbaum advierte que el uso de banderas mexicanas en protestas puede percibirse como provocación, aunque busca evitar tensiones.
- Rechazo a la violencia: La presidenta condena cualquier forma de violencia y exige que el reclamo sea pacífico.
- Diálogo antes que enfrentamiento: La estrategia del Gobierno mexicano se centra en el diálogo diplomático para proteger a migrantes y contener medidas abusivas, especialmente en el fenómeno de remesas y redadas.