Por: Jorge Valladares Sánchez *
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La sincronicidad, de la que hablaba Jung, es a lo que debemos acudir si nos sentimos científicos o deterministas. Aunque es igual una incompleta explicación cuando, de manera no predecible, ocurren dos eventos que no dejan ver relación causal, pero al menos a quien observa le parece que tienen sentido. Tiene ese elemento de sorpresa al que se antoja atribuirle magia. Para la mayoría basta con llamarle casualidad y maravillarse atribuyéndolo, o no, a un poder superior.
No falta quien le llama coincidencia, pero prefiero reservarme esa palabra; y más desde que Alberto Escobar la usó para conectar a un universo de almas en la frase “tantos siglos, tantos mundos, tanto espacio: y coincidir”. Que aun siendo pertenencia ya de millones, forma parte viva del mundo privado de quienes se unen en amor, amistad o fraternidad.
Pues bien, hace unas semanas tuve el placer de convidar esos placeres, que en Yucatán llamamos comida, a mi buen amigo Mauricio Merino, acompañados con una burbujeante y no menos deliciosa conversación, en tradicional restaurante, que tiene en el centro de nuestra Blanca Mérida, el más pequeño de los hijos del inolvidable Jorge Medina.
Y que me dice, y que me recuerda su genial concepto de la necesidad de llevar adelante una “Revolución de Conciencias”; y que le digo que me cae perfecto para explicar mi persistente mensaje de poner arriba la conciencia, la sensibilidad, la reflexión, el elegir hacer lo bueno y llevar debajo de esto los intereses egoístas, los malos hábitos, el “así es y así será”, la institucionalización… Siendo que suelen estar al revés, y eso es el principio de que muchas situaciones estén muy mal; así que es necesario ese giro de 180 grados, pues sin él, el avance es demasiado lento, si es que llega a haberlo.
Y que le digo, y que le cuento que al formarme como abogado, mis muy queridos profesores/as de la Hispano, me ayudaron a entender que una vía de verdadero potencial, para resolver con efectividad y eficiencia temas jurídicos muy burocráticos, es el de la constitucionalidad y la convencionalidad a través de los juicios de amparo. Y que por eso curso ahora el Doctorado en Derechos Humanos. Y que la finalidad de “tanto estudiar” es darme un tiempo y método para defender causas de fondo, que a mucha de nuestra gente le importen, con la utopía como faro, la ley en la mano como herramienta. Injusticias que mucha gente ha intentado terminar, pero solo cuando le duelen en carne propia, y generalmente solo/a, pues no coincide en momento y lugar con otros/as que buscan lo mismo.
Y que me dice, y que me comparte que eso ya está ocurriendo en México y precisamente con las leyes que ya existen, y accionando “En Bola” se han ido integrando más y más individuos y colectivos de todo México en torno a causas muy definidas, en una casi mágica coincidencia con los preceptos de Utopistas y Persistentes que desde hace años promuevo.
Ese buen almuerzo fue la causa de que inevitablemente viajara el 26 de octubre a conocer a la gente de este fantástico movimiento organizado denominado NOSOTRXS. Nada menos que en el Poliforum Cultural Siqueiros, cuya majestuosidad apenas lograba sobresalir ante el conjunto de los/as más diversos integrantes de los colectivos que asistieron y por la dinámica que generaron en el encuentro.
Intervenciones de oradores/as, que en 10 minutos cada cual daba cuenta del espíritu de la organización, de lo logrado y de la prospectiva luego de apenas 31 meses. Entre otras causas y logros tomé nota de los siguientes, pero la información en amplio puedes obtenerla en www.nosotrxs.org
– Seguridad Social para Trabajadoras del Hogar. Modificación de una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que obliga al Ejecutivo a garantizar el acceso a la seguridad social a 2.4 millones de trabajadoras del hogar.
– Desabasto de Medicinas. Posicionamiento en la agenda pública del efecto de la corrupción y negligencia que vulnera sistemáticamente el derecho a la salud en todo el país. Lanzamiento de la plataforma “No al Huachicol de Medicinas” en el que a la fecha se han integrado más de 850 reportes ciudadanos de desabasto para diversas enfermedades y que sigue abierto a toda la población mexicana.
– Consejo Consultivo para la Reconstrucción de la CdMx. Organización de colectivos de damnificados del temblor de 2017 para trabajar en conjunto con las autoridades para una reconstrucción efectiva. Se han verificado 642 inmuebles considerados de alto riesgo, para denunciar y solucionar que dejen de ser habitados.
– Transparencia de Partidos Políticos. Informe del cumplimiento de obligaciones de transparencia de los partidos políticos, haciendo público que ninguno de ellos cumple al 100%, y que, en lugar de rendir cuentas en función de sus simpatizantes o de la ciudadanía, lo hacen apegados a criterios burocráticos, con poca utilidad pública, a pesar de tratarse de recursos que les proporcionamos con nuestros impuestos.
– Movilidad sin Límite. Plataforma que promueve que en los medios de transporte de todo el país se cuente con las condiciones de accesibilidad para cualquier persona independientemente de su discapacidad. Se ha denunciado el (mal) ejercicio de 4,450 millones de pesos del Fondo para la Accesibilidad en el Transporte Público para las Personas con Discapacidad, para transparentar su manejo y asegurar se use para garantizar derechos colectivos, en vez de apoyos individuales o desviaciones.
La apoteosis fue escuchar a Cuauhtémoc Cárdenas a nombre de un Consejo de ciudadanos/as (entre ellos Raúl González Pérez, Martha Lamas, José Ramón Cossío) reconocidos por su congruencia, incorporarse a esta forma de ir por las mejores causas de la gente, desde la gente misma, con el respaldo de liderazgos múltiples y convicciones a toda prueba. Pero más todavía, una calidez en el ambiente que por sí misma daría motivación para desear solidarizarse con cualquiera de las causas que allí toman vía de acción imparable.
Antes ya se ha dicho, no es que sean más los malos/as, ni que sean tan malos/as, es que los buenos no actuamos en conjunto y con la persistencia suficiente. Pero ya nos estamos reuniendo… la coincidencia que completó de satisfacción mi semana provino del otro extremo del País, desde La Paz (vaya nombre adecuado), en texto de mi querida amiga Leticia Ocampo, quien me asegura que: hará en su alcance lo que sea necesario para formar “un frente” de cambio y bienestar, compartiendo ideas como éstas y otras que hemos escrito aquí, gracias a la generosidad de La Revista.
No existen casualidades sino causalidades, dicen… Pero cuando tanta gente logra coincidir: lo mejor de cada cual aflora, y se pone al servicio de las causas, que lo son todo cuando todas son de la gente. Mucho camino por andar… vamos en “En Bola”.
*Jorge Valladares Sánchez
Consejero Electoral del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Yucatán.
Doctor en Ciencias Sociales y Doctorante en Derechos Humanos.
Especialista en Psicología y Licenciado en Derecho.
