La Revista

El año que jámas será olvidado: 2020

Marco Cortez Navarrete
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Por: Marco A. Cortez Navarrte.

El 2020 jamás, jamás, se olvidará.

Ya no hablemos de quienes hemos recorrido la mitad o más de de nuestras vidas, hablemos de aquellos que aún comienzan, y aún no saben con certeza qué les depara el futuro.

Por un lado, miles de niños sufren hoy al ver cómo o de qué manera se han ido para siempre sus padres, madres, abuelos, abuelas, tíos, primos, amigos, etc.

Estos niños mañana serán adolescentes y luego jóvenes y adultos, y estoy cierto que en sus memorias permanecerá lo que hoy está pasando en el mundo y de manera especial en su país, México, en su estado, en sus comunidades sean grandes o pequeñas.

El mundo, mentalmente, conceptualmente, ya es otro. ¿Cómo recordarán a quienes súbitamente se fueron? de aquellos que no pudieron abrazar y decirles adiós.

Hoy por lo pronto hablamos de más de 50 mil mexicanos en este caso, que perdieron sus vidas, se las arrebató un virus que sigue rondando en los estados, ciudades, zonas rurales, colonias, calles, hogares, autobuses, centros de trabajo, etc.

Estados Unidos, la otrora gran potencia del mundo, marca la pauta con el número de casos seguido del coloso sudamericano, Brasil, y lamentablemente Mexico va detrás con las cifras ya señaladas que parecen no tener fin y tienen a la población -o a la mayoría de ella- aterrorizada, perpleja, desconcertada.

El gobierno federal asegura que la estrategia para combatir la epidemia es la correcta, es la adecuada, y parece no cambiará, sobre todo porque el presidente, Lopez Obrador, repite una y otra vez que el líder en el combate a la pandemia no tan solo es el indicado sino el mejor.

Tristemente debo decir que las personas que nos han dejado, en su mayoría son de edad avanzada con algún o algunos tipos de padecimientos propios del tiempo de vida pero también hay gente que sin saber tiene algún tipo de morbilidad: diabetes, obesidad, hipertensión, cardiopatías, etc, etc.

Creo que millones de mexicanos de haber sabido que el consumo de comida chatarra o azúcares en exceso, entre otros, sería el motivo del final de sus vida lo habrían evitado, pero si desde pequeños en las mismas escuelas a la hora del recreo les vendían precisamente estos productos ¿cómo iban a imaginarse este desenlace?.

Regresando al inicio, hoy quedó demostrado que nuestra cultura está aún muy lejana de imitar a otras que aún con más rebrotes de Covid saben muy bien qué hacer y cómo enfrentar y frenar la situación.

En Mexico basta ver que con un solo protector, el famoso cubrebocas, se desató una polémica que llegó hasta el mismísimo mandatario que pese a todo y todos, se niega sistemáticamente a utilizarlo -en eventos públicos- no por su protección, que ya dijo él y su médico, está al cien, sino por los millones de personas que están en extrema pobreza y con notorio desconocimiento que hacen lo que se les diga, en este caso, el presidente quien se proclama defensor a ultranza de los más pobres y abandonados.

Aunado a lo anterior, está el hundimiento de la economía nacional e internacional, similar a la del Titanic, que por cierto, se quedó para siempre en el fondo de Atlántico.

Cifras oficiales, dadas por el mismo presidente hablan de la pérdida de un millón de empleos, cifra que si es aplicada de la misma manera como se hace con la pandemia bien podría ser el doble o el triple.

Y de la postura del presidente, ni hablar, tiene como filosofía hacer lo que quiere, como quiere y cuando quiere. Si duda, pues ahí está el ejemplo de quienes comenzaron con él y hoy simplemente han dicho “me bajo de este barco”.

En fin, los niños, además de la atención psicológica que deberán recibir en el corto y mediano plazos, producto del encierro, hasta el momento de más de 150 días, deben ahora acostumbrarse a una educación en línea y es que, no tengo duda que tengan problemas, nacieron en la generación de las tecnologías, pero ¿los docentes? y otra cosa, ¿todos los millones de niños, adolescentes y jóvenes tienen TV, internet, computadoras y demás aditamentos para la educación en línea?.

Para finalizar recuerdo las múltiples alusiones y críticas del mandatario hacías los llamados conservadores y fifís, insertados en medios de comunicación especialmente en grandes cadenas de televisión con las que no tan solo ya se han limado asperezas sino, por fin, hecho negocios.

El presidente lo ha dicho mil veces y yo aquí lo repito: “no tengo enemigos, tengo adversarios (políticos)”, luego entonces, y tal como ha pasado a lo largo de la historia ante las cámaras y el pueblo son diferentes pero en realidad forman parte del mismo sistema -no régimen como se ha dicho-, pintado de otro color e intenciones, pero en esencia, iguales, aunque también se diga que no.

PÉSAME A LOS HERMANOS LIBANESES

Concluyo externando mi más sentido pésame al pueblo libanés que sufrió una catástrofe en la que cientos perdieron la vida y miles resultaron heridos.

Tengo amigos mexico -libaneses a quienes envío un fuerte abrazo y mis mejores deseos y oraciones para que esta pesadilla pase pronto.

Líbano es un país con una enorme, enorme cultura y tradiciones y una belleza natural como pocas en el mundo.

Saldrán adelante aún con lo acontecido, sumando la pandemia que también los azota y la severa crisis económica ahora agravada de manera superlativa por lo sucedido en el puerto de Beirut.

PD: Cuídense porque parece ser que la solución de la pandemia no está ya en manos de la OMS y menos de los gobiernos. La solución está en cada uno de los 130 millones de personas que vivimos en Mexico.

Claro, esperando con los dedos cruzados que China, Rusia, Inglaterra, Suiza, o algún otro país se apiade de Latinoamérica y de Mexico y nos haga salir de este infierno.

Marco Cortez Navarrete
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