El mundo apológico

Por: Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech architect. 

El mundo empieza a
contaminar marte, y la pregunta hasta cuando entendernos al ser humano, que por
su naturaleza ha sido, será, y continuara siendo, el que ha realizado cambios
en su entorno, y a según con su fuerza e violencia de obtener lo que desea.

El hombre, a lo
largo del camino recorrido desde su concepción, evolución, revolución y
inserción en el planeta, ha tratado de sentirse cómodo colocando diferentes
abrigos con etiquetas que indican la marca, en el tiempo que lo cree
conveniente; como la del dinero, discriminación, jerarquías, economías,
materias primas, países, regiones, etc., todos estos abrigos están causando en
forma continua sentir el calor del peso, y está llevando a no sentirse cómodo.

El mundo esta tan
acostumbrado a sentirse cómodo, y el hacer que cambie; se ha vuelto complicado
ante tantos intereses económicos, financieros, energéticos y ahora de índole
ambiental.

El ser humano en el
mundo para que adapte, en forma ya no paralela a la energía con el cuidado del
entorno; no hay que obligarle a quitarse a el abrigo, si no dejar que se sienta
cómodo, y por su propia cuenta entenderá que debe dejarlo a un lado para
continuar.

Podrás tener una
ideología que pueda ayudar a una sociedad en tu entorno, pero dejas en primer
plano a la fuerza de tus pensamientos alineados a lo que tu crees que es mejor;
pero dejas de usar la lógica y te conviertes en una mente mas que solo pretende
trascender en forma individual.

Hoy la fuerza en un
crecimiento de un país no depende de una sola persona, depende del conjunto de
beneficios acoplados en y fuera, utilizando la lógica para poder dar certeza
para el futuro.

La Fabula de Esopo[1],
indica que la persuasión y el razonamiento, es mucho mejor que la fuerza y la
violencia. Alguien que piensa que presionar desde su punto de vista, y no ser
parte de un cambio generacional, no será incluyente y deberá estar aislado en
un tiempo no definido.

El mundo tan
complejo de supervivencia actual deriva en dos simples palabras:

Dinero y Poder.

El peculio, a según
información de IRENA[2],
indica que el mundo esta empezando a quitar ciertos abrigos que pesan, y esta
dejando por si solos. A partir del 2022, el estudio realizado de la transición
energética por esta organización, indica que “La inversión en transición
energética tendrá que aumentar en un 30% sobre la inversión planificada hasta
un total de 131 billones de dólares de aquí a 2050, lo que corresponde a 4.4
billones de dólares de media cada año, y donde Las políticas sociales y económicas
nacionales desempeñarán un papel fundamental para lograr”.

Una
parte fundamental de la transición energética estará ligada a la forma como
generamos la electricidad (El consumo de electricidad más del doble para 2050),
y al parecer, estamos más preocupados por esta parte, cuando a un no sabemos,
en el cómo eliminaremos en su totalidad a el uso de combustibles fósiles.

Cualquiera que sea
la reacción a seguir, debemos dejar en
claro que, sin una política pública acorde, nada servirá hacer una transición
energética hacia la electrificación. El problema en el mundo, son los gases de
efecto invernadero, y estos están ligados en forma directa con el transporte.
Siendo los automóviles de pasajeros en forma directa, al ser más de mil
millones en el mundo transitando. A el problema hay que dejarlo claro, no está
en el motor, está en el combustible introducido a él para su movilidad de todas
sus piezas.

En México, nos
empezara afectar al cambiar regulaciones en cuanto a la calidad de combustibles,
a no seleccionar en forma correcta el porcentaje de oxigenantes[3]
para poder llegar a una combustión completa, ante la falta de un plan de largo
plazo de la forma de hacer el cambio generacional a carros eléctricos. Una de
las políticas de este estado, es contener de MTBE[4] no
más de 0.05 por ciento en volumen a partir del 1 de julio de 2007.

México debería tomar
la forma como el estado de california[5] de
nuestro vecino, a donde logro tener una armonía entre la calidad, y la
necesidad de tener una mejor calidad del aire[6].

Entonces el ser
humano, tiene diferentes abrigos que ha colocado etiquetas para cada momento
que sienta que cambia las condiciones, y hoy día esto ha vuelto más pesado el
andar de la humanidad para tener una mejor calidad de vida.

Sera en lo posible
que tengamos que regresar, al inicio de la humanidad dejando de usar toda la
tecnología que tenemos acceso, para no deteriorar cada día más al planeta, o
simplemente deberemos dejar ciertos abrigos que nos ayuden hacer menor la
carga, y con una menor inversión.

Esperemos que la
moraleja de ESOPO: NO SEA NUESTO FUTURO, EN EL PRESENTE.