El pasado 20 de junio de 2025, en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, el presidente ruso Vladímir Putin expresó su preocupación sincera por la posibilidad de que acontecimientos como la guerra en Ucrania, la escalada Irán‑Israel y el estado de las instalaciones nucleares en Irán desencadenen un conflicto global que podría convertirse en una Tercera Guerra Mundial
Putin destacó que la situación es:
- “Perturbadora”: Refiriéndose a la concurrencia de tensiones en múltiples frentes
- En Ucrania: Calificó de «último error» cualquier uso de una bomba sucia, advirtiendo que tendría consecuencias “catastróficas” para Kiev
- En Oriente Medio: Aludió a la situación en torno a las plantas nucleares de Irán, señalando que son motivo de especial inquietud
A su juicio, el riesgo de un conflicto de escala planetaria está “delante de nuestras narices” y requiere atención meticulosa y respuestas diplomáticas inmediatas
Anunció que Rusia no prestará asistencia militar directa a Irán, aunque afirmó que sigue cumpliendo sus compromisos políticos y técnicos, especialmente en el reactor de Bushehr, que Rusia apoya para uso estrictamente pacífico
Aclaró que Moscú no asume un rol como mediador entre Israel e Irán, pero sigue presentando “ideas” y mantiene contactos diarios con ambos países para explorar soluciones
Putin volvió a insistir en que los rusos y ucranianos son “un solo pueblo” y defendió su postura histórica, al tiempo que nunca han cuestionado la independencia de Ucrania según el marco de 1991
Sin embargo, reiteró que si Ucrania recurre a una bomba sucia sería “el error final”: una acción que provocaría una respuesta “muy dura” por parte de Moscú .
Putin urgió a la comunidad internacional a actuar con prudencia, recurriendo a medios pacíficos y evitando que la acumulación de conflictos se traduzca en una nueva conflagración mundial
También negó que Rusia perciba a la OTAN en rearme inmediato como una amenaza, y aseguró que el diálogo es clave para estabilizar la situación .