Más de 100 inmigrantes, presuntamente indocumentados, fueron detenidos en Colorado Springs, Colorado, tras una redada realizada en un club nocturno clandestino ubicado en un centro comercial, según informaron las autoridades. El operativo también reveló la presencia de más de una docena de miembros en servicio activo de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, algunos de los cuales presuntamente colaboraban en las actividades ilícitas.
“Lo que estaba sucediendo dentro era un tráfico de drogas significativo, prostitución, crímenes de violencia”, afirmó Jonathan C. Pullen, agente especial a cargo de la división de la Administración de Control de Drogas (DEA) en las Montañas Rocosas, durante una conferencia de prensa el domingo por la mañana. Pullen añadió que se incautaron varias armas y destacó que “teníamos miembros en servicio activo que estaban a cargo de la seguridad en el club e involucrados en algunos de estos crímenes”.
La operación, en la que participaron cientos de agentes de más de diez agencias federales, permitió confiscar drogas como cocaína y la denominada “cocaína rosa” o “tusi”, además de documentar actividades relacionadas con el tráfico de drogas, prostitución y la presencia de presuntos miembros de las pandillas Tren de Aragua, MS-13 y Hells Angels.
“No tengo información sobre si esos miembros estaban allí esta noche, pero todavía estamos trabajando en mucho de eso, porque tenemos a muchas personas bajo custodia”, puntualizó Pullen.
Durante la redada, los agentes especiales anunciaron su presencia antes de entrar al club, dando múltiples advertencias a los ocupantes para que salieran del edificio. De acuerdo con la División de Campo de las Montañas Rocosas, había alrededor de 200 personas en el interior, de las cuales al menos 114 no contaban con permiso de residencia legal en Estados Unidos. Asimismo, se confirmó que más de una docena de militares en servicio activo se encontraban como clientes o cumplían funciones de seguridad.
Los inmigrantes presuntamente indocumentados fueron detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), mientras que los militares fueron entregados a la División de Investigación Criminal del Ejército de EE.UU.
En redes sociales, la procuradora general Pamela Bondi informó que durante la operación “dos personas habían sido detenidas por órdenes de arresto pendientes”. Bondi también celebró la actuación, señalando: “¡La directiva de Trump para que Estados Unidos vuelva a ser seguro está dando resultados!”.
Por su parte, el expresidente Donald Trump elogió la redada a través de su plataforma TruthSocial, donde escribió: “Anoche se realizó una gran redada contra algunas de las peores personas que residen ilegalmente en nuestro país: narcotraficantes, asesinos y otros delincuentes violentos de todo tipo, y los jueces no quieren devolverlos a sus lugares de origen”.
El alcalde de Colorado Springs, Yemi Mobolade, también apoyó la operación al declarar: «En Colorado Springs no se tolerará ninguna actividad delictiva de ningún tipo, ni de nadie. Esta investigación y la ejecución de estas órdenes son el resultado de pruebas claras de una conducta delictiva grave».
La oficina del gobernador de Colorado, Jared Polis, expresó en un comunicado su respaldo a la lucha contra las drogas ilegales y las armas de fuego. “El gobernador Polis se centra en lograr que Colorado sea un lugar más seguro para todos, lo que incluye la lucha contra las drogas ilegales y las armas de fuego”, afirmó la administración estatal a KRDO, afiliada de CNN.
Cabe señalar que el programa de deportaciones masivas impulsado durante la administración de Trump enfrenta desafíos legales, y recientemente, la Corte Suprema suspendió la deportación de inmigrantes bajo la Ley de Enemigos Extranjeros. Además, el Departamento de Justicia ha advertido que continuará investigando a funcionarios locales que obstruyan la colaboración con autoridades federales en temas migratorios.