Vancouver, Canadá. — Un trágico suceso sacudió a la comunidad filipina de Vancouver el pasado sábado, cuando un vehículo irrumpió en una fiesta callejera que celebraba el Día de Lapu Lapu, dejando once personas muertas y decenas de heridos. El sospechoso, identificado como Kai-Ji-Adam Lo, de 30 años, ha sido acusado de ocho cargos de asesinato en segundo grado, según informó la Policía de Vancouver en un comunicado.
El incidente ocurrió alrededor de las 8:00 p.m., hora local, en el barrio Sunset on Fraser, donde cientos de miembros de la comunidad filipina se habían congregado para festejar la herencia cultural de Filipinas. Un Audi negro arrolló a la multitud, transformando una celebración familiar en una escena de horror. Según las autoridades, el conductor viajaba solo y no existen indicios de que se tratara de un acto terrorista.
Los asistentes y transeúntes actuaron rápidamente, persiguiendo y ayudando a detener al sospechoso hasta la llegada de la policía. Lo fue arrestado en el lugar y permanece bajo custodia mientras se esperan nuevos cargos. La policía indicó que el sospechoso tenía antecedentes de interacciones relacionadas con la salud mental.
Las víctimas, cuyas edades oscilan entre los 5 y 65 años, aún no han sido plenamente identificadas. Algunos de los heridos permanecen en estado crítico. “Nuestra prioridad es y siempre será proteger a los residentes de Vancouver”, declaró el alcalde de Vancouver, Ken Sim, quien añadió que la ciudad “sigue siendo un lugar seguro” y que se realizará una revisión completa de las medidas de seguridad tras el ataque.
La conmoción se extendió más allá de las fronteras canadienses. El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., expresó su pesar afirmando que los fallecidos en esta “indescriptible tragedia” “no serán olvidados”, y aseguró que los diplomáticos filipinos en Vancouver están colaborando para asistir a las víctimas y sus familias.
El Consulado General de Filipinas en Vancouver, a través de un comunicado en redes sociales, instó a la comunidad a mantener el espíritu de bayanihan, término tagalo que simboliza la ayuda mutua en tiempos de necesidad: “Oramos para que nuestra comunidad se mantenga fuerte y resiliente durante estos momentos difíciles”.
La tragedia ha suscitado preocupación adicional en vísperas de las elecciones federales de Canadá, que se celebrarán este lunes. Las autoridades han enfatizado que no existe una amenaza activa para la población y han reiterado su compromiso con la seguridad pública. El primer ministro Mark Carney manifestó estar “profundamente desconsolado” por el ataque, mientras que el líder de la oposición, Pierre Poilievre, también transmitió sus condolencias a las víctimas y sus familias.
El festival, que tradicionalmente reúne a familias para disfrutar de comida típica y espectáculos de danza, quedó marcado por el dolor y la solidaridad de una comunidad que, pese a la tragedia, ha demostrado una notable fortaleza.
