La Revista
Más...
  • YUCATAN
  • CAMPECHE
  • QUINTANA ROO
  • NACIONAL
  • INTERNACIONAL
  • DEPORTES
  • OPINIONES
  • ERODE
  • TOROS
  • DAILY SUPER CARS NEWS
  • VERSION IMPRESA

30 años después, Chernobyl sigue combatiendo la radiación

Must read

LaRevistaP
LaRevistaPhttp://lareviesta.com.mx
La Revista Peninsular, Semanario de información y Análisis político y social: entrevistas, reportajes y más...

CHERNOBYL,
Ucrania (AP) — Treinta años después del peor accidente nuclear de la
historia, la planta de Chernobyl es un sitio desolado, donde continúan
las tareas de limpieza y se mezclan los indicios imposibles de disimular
de un pasado arruinado con una incertidumbre en torno al futuro.

La
planta está en ruinas. Luego de la explosión del reactor número 4 en la
madrugada del 26 de abril de 1986 fueron desactivados gradualmente los
otros reactores y el complejo no ha producido un voltio de electricidad
desde el año 2000. A escasos cientos de metros, cientos de obreros
trabajan en la construcción de una notable estructura con forma de arco
que será el primer paso con miras al retiro de toneladas del material
radioactivo que todavía queda en el lugar.

El
proyecto de limpieza, que tiene un costo de 2.000 millones de euros
(2.300 millones de dólares), es financiado por donaciones
internacionales y por el Banco Europeo para la Reconstrucción y el
Desarrollo, está enfrascado en una carrera contra el tiempo.

Tras
la explosión y el incendio que despidió una nube radiactiva sobre buena
parte del norte de Europa, se construyó un “sarcófago” sobre el
reactor, una estructura de acero y cemento que tenía por fin evitar la
fuga radiactiva.

Fue
un trabajo hecho de apuro, completado en solo cinco meses. La
estructura debía durar solo 30 años y está seriamente deteriorada.

Cuando
se complete la construcción de la nueva estructura tubular, que tendrá
el equivalente a 30 pisos, será trasladada mediante rieles y cubrirá el
reactor y el sarcófago. Posteriormente, máquinas robóticas desmantelarán
el sarcófago y destruirán el reactor. También recogerán el material
para transportarlo a un depósito cercano. Se espera que ese proceso
comience en el 2017.

“El
arco está terminado: 108 metros (354 pies) de altura, 250 metros de
ancho y 150 meteros de largo. Será algo seguro, que durará 100 años y le
dará a Ucrania la posibilidad de desmantelar el reactor número 4 y de
hacer que el lugar vuelva a ser seguro para siempre”, afirmó David
Driscoll, director de seguridad del consorcio francés Novarka que está
construyendo la estructura.

Si
uno se aleja un poco del lugar, se diluye el sonido de vehículos
pesados y el repiqueteo de las herramientas de construcción y un
silencio total envuelve la ciudad fantasma de Pripyat.

Localizada
a cuatro kilómetros (2,5 millas), Pripyat fue construida para alojar a
los trabajadores de la planta. Inaugurada en 1970, representaba el ideal
soviético: cuadras de edificios en torre, con una gran plaza central
frente a la cual había un gran hotel y se encontraba el Palacio
Energetik de la Cultura. Las 50.000 personas que vivieron allí fueron
evacuadas a los apurones después de la explosión. Hoy, los únicos
sonidos humanos son los de turistas que visitan la zona en grupos y se
maravillan ante los siniestros escombros, incluida una rueda de la
fortuna que debía comenzar a funcionar pocos días después de la
explosión.

Luego
del desastre, las autoridades crearon una Zona de Alienación alrededor
de la planta, un área de 2.600 kilómetros cuadrados (1.000 millas
cuadradas) en la que nadie podía vivir. Pero, mal que mal, la vida
continúa en el pueblo de Chernobyl, donde los trabajadores de la planta
pasan temporadas. Generalmente están dos semanas y después tienen dos
semanas libres para evitar una exposición prolongada a las sustancias
que penetraron la tierra. Unos pocos cientos de personas que fueron
evacuadas regresaron. El apego a sus viviendas pudo más que el temor a
la radiación.

Si
bien la desolación en la zona de Chernobyl es visible, el sufrimiento
de las personas afectadas por el accidente es casi imperceptible. Unas
600.000 personas fueron reclutadas para combatir el incendio
–trabajando a veces un minuto para luego salir corriendo y evitar la
radiación–, manejar camiones contaminados o abocarse a otras tareas de
limpieza.

Treinta
años después esta gente sigue sufriendo problemas de salud. Un informa
del ministerio de salud ucraniano dice que solo el 5% de ellos puede ser
considerado realmente sano.

Es
difícil, sin embargo, tener una idea cabal de la magnitud real de los
trastornos de salud asociados en el desastre de Chernobyl. Un informe
del Foro de Chernobyl en el que participó la Agencia de Energía Atómica
en el 2005 dijo que hubo probablemente unas 4.000 muertes asociadas con
la radiación. La agencia de las Naciones Unidas abocada a temas de la
salud dijo que más de 9.000 personas podrían morir por la radiación y
algunas organizaciones, incluidas Greenpeace, estimaron que la cifra de
muertos podría ser diez veces esa cifra.

Los traumas psicológicos persisten luego de tres décadas.

“Muchos
de los que intervinieron, especialmente en los primero meses y días,
recibieron dosis de radiación incompatibles con la vida”, expresó a la
Associated Press Oleksander Zhyzhchenko, quien colaboró en las tareas de
limpieza. “La gente que vivía en Pripyat tiene una palabra para
describir esta tragedia: Guerra”.

- Advertisement -spot_img

More articles

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Latest article