La Revista

Fin de una época

Federico Berrueto
Federico Berrueto
Sígueme en redes sociales:

Por: Federico Berrueto.

Sin
advertirlo somos testigos del fin de una época. El arribo del populismo es
pausa; y concluye la etapa terminal de una larga transición que cerró en el peor
de los desprestigios y abrió cauce a una respuesta hija del descontento, la
frustración y la impotencia. La novedad no fue tal, tampoco distinta; sí en el
abuso del poder por la polarización, el desdén a la legalidad y el cultivo del
rencor social.

Hay
certeza de qué concluye, pero no qué inicia. A pesar de las pretensiones, el
régimen es insostenible por sus contradicciones. Propone favorecer a los pobres
y los ha perjudicado como ningún otro proyecto, por el aumento en su número y
por el deterioro del precario piso de bienestar en materia de salud,
alimentación y educación.

En
la lucha contra la corrupción los resultados son deplorables. La
discrecionalidad en la asignación de contratos públicos y la falta de
transparencia revelan la persistencia de la venalidad. No hay acciones
judiciales para frenarla, lo que ha llevado al imperio de la impunidad. Se
habla de democracia y, como nunca, las instituciones que la procesan y dan
certeza sufren el embate frontal y embustero desde la presidencia misma.

Libertades,
estado de derecho y ética están en permanente acecho desde el poder
presidencial. Nunca la libertad de expresión y sus profesionales habían sido víctimas
de una ofensiva de tal magnitud, sin importar las múltiples agresiones y
homicidios a periodistas en el ejercicio de su oficio. El crimen contra las
mujeres crece y se profundiza ante la complacencia presidencial. Mientras, el
país es testigo de la militarización de la vida pública.

No
hay manera de que el proyecto en curso subsista, en mucho por la
personalización del poder. México vive una circunstancia semejante a la que
refería Francisco I Madero en La Sucesión Presidencial: el ciclo de vida
del régimen se asocia al del presidente, más ahora por lo inamovible de la no-reelección.
Como bien proponía el coahuilense, la ruta hacia delante está en las libertades
y en la democracia, desafío sustantivo para el futuro del país.

Adiós,
hasta pronto
. Las empresas de medios están en plena
libertad de decidir los tiempos de colaboración de sus articulistas. Hace casi
dos décadas tuve el privilegio de contribuir en Milenio con la generosa y fraterna recepción de Carlos Marín y Ciro
Gómez Leyva, así como la bienvenida de los señores Francisco González padre e
hijo. A todos ellos mi invariable agradecimiento, al igual que a mis pares
columnistas, articulistas y conductores de radio y tv. Estoy cierto, como ha
sido mi caso, que han contado con total libertad y el mayor respeto en su
quehacer.

El
país y los medios han cambiado profundamente, igual que el asedio del poder a
quien disiente. La libertad es incontenible, siempre correrá por los meandros
complejos y fascinantes de la incertidumbre, en un encuentro de quien escribe
con el lector, deseable tránsito para una sociedad libre y abierta. Su
contención por miedo provoca que el mayor temor se vuelva realidad al momento
mismo que se impone.

Federico Berrueto
Federico Berrueto
Sígueme en redes sociales:

No quedes sin leer...

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Lo último