Por: Cristina Padín.
El vino era de la zona de la que son los que actúan con la verdad. Los que saben lo que es vivir y sobrevivir. El vino llegó en una caja y aguardaba paciente su momento.. sabía que la paciencia es virtud. Y venía del lugar mágico en el que también se sabía eso.. un sitio diferente, mágico, gallego, único, bello, salvaje.
El vino, como lo del lugar, era sereno, con carácter, con cosas para decir. Era real, y no de postureos. Aborrecía postureos..
Al vino le escribieron un cuento. Porque era delicioso y lleno de esencia. Porque iba a ser un obsequio. Para unos buenos brindis. Para gente con nobleza, entrega, valentía. Para gente con toreo en el alma, toreo en la piel, toreo en la mirada. Qué bien maridan vino y toros! Porque vino y toreo son para el que sabe vivir. Y sentir…
El vino era de esa zona que por tener tiene bonito hasta el nombre: Ribeira Sacra..
Dedicado al vino. Viva el vino!
A todo el que aprecia el vino
A Albriux
A Ribeira Sacra
A la verdad y la valentía
A mi amigo Juan Carlos
A mi amigo Jm
A Luis
A los brindis
Al toreo
A Carlos
Y al ole