El nombramiento del empresario y político Liborio Vidal Aguilar como titular de la Secretaría de Educación del gobierno del estado, ha causado escándalo entre algunos sectores que se dicen “agraviados” por la decisión del gobernador Vila Dosal.En tanto personas ajenas al ámbito educativo acusan la designación de ser una decisión netamente política, en conocido rotativo local se publica una nota a cuatro columnas titulada: “SNTE respalda a nuevo secretario de Educación”, en ella el delegado de la sección 57, Jesús Jaime Rochín Carrillo, declaró a ese medio que, el nuevo titular de la Secretaría, “cuenta con toda la experiencia política y capacidad para darle buen curso al sector en esta entidad, y para superar los retos del regreso a las clases presenciales ante la contingencia sanitaria”.
Detengámonos un momento: las principales críticas al vallisoletano han sido, la primera, que no cuenta con un título universitario; la segunda, que carece de las habilidades y conocimientos en el área educativa lo que, por consiguiente, le vaticinaría un prominente fracaso en su gestión al frente de dicha Secretaría.
Respecto del primer señalamiento cabe decir que, si bien el personaje no cuenta con título universitario, eso no significa que sea un hombre falto de visión o de método para desempeñar sus funciones, pues más allá de los cargos políticos, se ha desempeñado como Secretario de Desarrollo Social (Política Comunitaria y Social en aquel momento) y cuenta con el reconocimiento de la comunidad empresarial, ámbito en el que ha demostrado resultados y ha hecho uso de sus vinculaciones con China y otros países para potencializarlos. No cualquiera es capaz de crear empresa, generar empleos y procurar prosperidad para otros, además de fomentar la propia. Todo hombre o mujer de negocios o con verdadero oficio para los asuntos públicos, debe tener una cualidad antes que cualquier otra y esa es liderazgo. Persona pública (o que intente serlo) que carece de liderazgo, está condenada, tarde o temprano, al fracaso total.
Ser líder tiene muchas implicaciones, la primera, reconocer las cualidades, aptitudes y actitudes de cada colaborador; esto es fundamental para todo líderpuesto que, sólo aquel que sepa valorar y reconocer las cualidades y virtudes de los demás, será capaz de conformar un equipo leal, consistente y agradecido con el líder y, sobre todo, comprometido con el proyecto al cual se invita a participar.
Desde esta perspectiva, el líder no necesita ser el experto en cada área que tendrá bajo su responsabilidad, pero sí deberá procurar rodearse de lo mejor en cada una para lograr los mejores resultados. Esta es la clave de los personajes más exitosos, tanto en lo público como en lo privado.
A título personal, creo que en eso consistirá el éxito de la labor de Liborio Vidal al frente de la SEGEY; y, si a eso le agregamos su capacidad de gestión y amistad con el Presidente de la república, se auguraría que, por lo menos los principales problemas que aquejan al gremio magisterial y a la educación en la entidad, se resolverán de forma óptima.
Pero, vamos, iré más allá de lo que pudiera ser la opinión de un columnista; me he puesto en contacto con algunos profesores, todos ellos amigos personales desde hace más de una década, que ocupanactualmente responsabilidades en dos de las tres organizaciones sindicales que agrupan a las y los profesores de Yucatán y, aunque acordamos en reunirnos para seguir platicando del tema más a detalle, pude recoger de sus comentarios que se tiene gran expectativa de la futura gestión del recién nombrado encargado de la educación básica en la entidad.
Me parece interesante que dos de esos líderes magisteriales, aunque pertenecen a organizaciones sindicales diferentes, coincidieran en que, la llegada de Vidal Aguilar, significaría también un cambio al interior de la SEGEY y, eso sí, que esperan ver removidos de sus cargos a “ciertos personajes” que han tratado con “particular” prepotencia y desdén al gremio magisterial; me compartieron, ven en Liborio, “un hombre proveniente de la cultura del esfuerzo” con el que se puede construir una relación de empatía que no han podido establecer con otro secretario de educación en los últimos quince años.
Por lo pronto, está pendiente una charla más extensa con estos líderes para conocer más acerca de sus inquietudes y percepciones acerca de lo que esperan del nuevo titular y del nuevo equipo que, dicen, esperan se integre con su llegada.
Continuará.