SANTIAGO (Reuters) – El ex presidente chileno Patricio Aylwin, quien lideró a principios de 1990 un difícil proceso de transición tras la sangrienta dictadura militar de 17 años, murió el martes a los 97 años de edad.
Aylwin, uno de los personajes de la historia chilena del siglo pasado, falleció en su hogar acompañado de su familia.
El abogado lideró un largo proceso para poner fin a la dictadura de Augusto Pinochet y logró combinar durante su gobierno (1990-1994) crecimiento económico con recuperación de instituciones democráticas, sentando las bases de uno de los países más estables de América Latina.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, comentó a la salida de un evento que Aylwin fue un estadista que a través del diálogo y el acuerdo buscó avanzar hacia un país que pudiera alcanzar la democracia plena.
“Él abrió el camino para que pudiéramos retornar a una plena democracia, lo hizo siempre poniendo por delante y por encima a la mujer y al hombre chileno y a la unidad de los demócratas”, dijo Bachelet.
El reconocido abogado en derecho arbitral y uno de los fundadores del partido Democracia Cristiana fue criticado durante su gobierno por desechar reformas políticas para favorecer la estabilidad, cuando aún persistían las sombras de las fuerzas militares que lideraba Pinochet.
Aylwin, que nació el 26 de noviembre de 1918 en la costera ciudad de Viña del Mar, tuvo cinco hijos con su esposa Leonor Oyarzún.
El gobierno de Bachelet decretó duelo nacional de tres días, además de una serie de honores, incluido un funeral de Estado para el ex presidente.