Mérida, Yucatán – En una entrevista exclusiva realizada en las instalaciones de La Revista Peninsular, el presidente de la Confederación de Grandes Logias Regulares de los Estados Unidos Mexicanos, Fernando Martínez Acosta, y el gran maestro de la gran logia unida oriental peninsular Enrique Oropeza Meneses, compartieron su visión sobre los retos actuales de la masonería regular en México y en Yucatán. La conversación fue conducida por el periodista Rodrigo Menéndez Cámara, director de esta casa editorial.
Durante la entrevista, Martínez Acosta explicó que la regularidad masónica no es un mero requisito formal, sino el pilar que garantiza legitimidad y reconocimiento internacional. Este estatus, subrayó, permite que las logias yucatecas participen activamente en foros masónicos mundiales y mantengan vínculos con las grandes logias de Norteamérica, América Latina y Europa.
Por su parte, Enrique Oropeza Meneses destacó que esta regularidad asegura que la masonería local se mantenga fiel a sus principios fundacionales, adaptándose a los nuevos tiempos sin perder su identidad.
La Gran Logia Unida La Oriental Peninsular, con más de un siglo de historia, ha sido protagonista de momentos determinantes para Yucatán, como la defensa del Estado laico y la promoción de la educación y el pensamiento crítico. “La masonería ha sido parte fundamental de la vida cívica y democrática de nuestro estado”, afirmó Díaz.
Un llamado a la unidad nacional
Tanto Martínez Acosta como Oropeza Meneses coincidieron en que la masonería regular enfrenta un reto clave: superar las divisiones internas. Llamaron a cerrar filas entre las logias regulares del país para consolidar una agenda común enfocada en la formación de ciudadanos responsables y con valores éticos.
Los entrevistados coincidieron en que el futuro de la masonería yucateca y mexicana dependerá de su capacidad para mantenerse vigente en un mundo cambiante, sin renunciar a sus principios. “La regularidad es nuestro escudo y nuestra carta de presentación ante el mundo”, concluyó Martínez Acosta. Cabe mencionar que ambos entrevistados son grado 33.
