Por Marco Antonio Cortez Navarrete
Hace algunos días leí que Joe Biden, presidente de EEUU, acompañado de sus colegas, ex presidentes Barack Obama y Bill Clinton mostró gratitud con sus seguidores que decidieron donar dinero para su campaña con miras a su reelección por 4 años más en el poder.
Lo anterior se llevó a cabo en el Radio City Music Hall de Manhattan, ubicado apenas a una hora de distancia donde su rival republicano Donald Trump asistió al velatorio de un agente de la Policía de Nueva York.
En este sentido varias encuestas de la Unión Americana, entre ellas, la consultora News Corp, resaltó que en un eventual cara a cara entre Trump y Biden, el magnate lograría 47% de la intención de voto contra 45% del actual mandatario.
En el programa Club de Prensa Washington de NTN24, analistas dieron su opinión sobre el escenario político de cara a la elección presidencial de noviembre próximo.
Biden consiguió —según los medios— 25 millones de dólares para su candidatura a la reelección y por otra parte Trump entró al listado de las 500 personas más ricas del mundo al poseer un patrimonio de 6 mil 500 millones de dólares.
A diferencia de muchos países, como México, donde sus elecciones suelen celebrarse en domingo, en EEUU los comicios se llevan a cabo en martes, una tradición que inició en 1875, por ello el Congreso decretó que las elecciones se realizarán el primer martes de noviembre.
Con base en lo anterior y en un imaginario, ¿que pasaría no tan solo hacia el interior de EEUU sino en todo el mundo en caso de que el republicano regrese a la Casa Blanca?
Sabemos de sus líos legales —que son muchos— pero también sabemos que el gobierno de Biden ha sido muy polémico y cuestionado especialmente por su política exterior.
La guerra Ucrania-Rusia, por ejemplo, pareciera no tener fin como también el enfrentamiento bélico entre Israel y Palestina y en ambos casos con el involucramiento de países integrantes de la OTAN y por otro lado, Irán, Líbano y Yémen.
Sin embargo y más allá de estos conflictos donde EEUU tiene injerencia:
¿Que podría suceder en países latinoamericanos que si bien son independientes y soberanos dependen en gran medida de la economía norteamericana especialmente Latinoamérica y específicamente México cuyo tratado comercial y flujo de recursos en ambas direcciones constituyen uno de los bloques más económicos más importantes del mundo.
No soy estadounidense, tampoco tengo residencia y por lo tanto no conozco a ciencia cierta la cultura de los estadounidenses pero lo que sí puedo decir porque está a la vista de todas y todos es que durante su gestión Donald Trump no solo se sentó a dialogar con Vladimir Putin, presidente de Rusia, y también con otros mandatarios, destacando de Corea del Norte, China y hasta con los árabes sauditas, amos del petróleo.
Pregunto: ¿No tienen la impresión de que habría un giro en la política norteamericana? Yo si. Creo que con Trump habría un cambio en la política internacional y se disiparía mucho las tensiones actuales que amagan con la propagación de una guerra entre Rusia y Europa.
Digo esto más allá de anhelos de Trump se continuar edificando una Muralla —similar a la China—que separe a su país de los mexicanos y de toda America Latina, algo que no concluyó al perder las elecciones ante los demócratas con Biden y Harris al frente.
Reitero que el flujo comercial entre México y EEUU es uno de los más importantes del mundo y que va más allá de 7 mil millones de dólares al día
Luego entonces de ganar Trump ¿cuál sería el efecto con la política mexicana en caso de que sea Sheinbaum la presidenta y cómo se dibujaría en caso de que Gálvez gane?
Esta ecuación se las dejo para su análisis, mientras tanto, que gocen la semana de Pascua, ya luego veremos que pasa con el mundo
Hasta la próxima
