Por: Cristina Padín.
Cien años después las personas de mayor edad del lugar contaban aquello.. la gente escuchaba con atención, entre aturdida o escandalizada o simplemente incrédula. Lo que decían los ancianos era que existió un momento en el tiempo en el que había una palabra que se llamaba gracias. Se usaba bastante, era muy bonita, se utilizaba para justamente agradecer un detalle o un favor o algo, para enviar un mensaje de afecto, por educación, por respeto a unos valores.
Explicaban que uno iba por ejemplo a los toros y alguien le ofrecía agua y se decía así: gracias; que a alguien le llegaba a casa un disco de música como obsequio y a esa persona le faltaba tiempo para redactar una carta con la palabra gracias; que cualquier tipo que se personara en un sitio para pongamos por caso ayudar a trasladar unos muebles pesados recibía un caluroso gracias por su atención. Qué cosas ocurrían en aquellos tiempos lejanos…
La palabra gracias había desaparecido del vocabulario hacía muchos y muchos años… qué extraño le resultaba a la gente aquel cuento..
Es un cuento que he escrito justo para agradecer cartas y mensajes bellos que he recibido hoy
La palabra gracias nunca tendría que desaparecer
Es de bien nacido ser agradecido.. mucha gente lo olvida
Para las personas nobles
Para Albriux: viva RV
Para mi querido Luis
Para Antonio Ferrera: gracias por la bondad
Para mi amiga Rosario
Para mi amiga Ana: gracias siempre por todo
Para el toreo
Para mi amiga Grethel
Y para los ancianos