En el municipio de Ucú, Yucatán, se ha restituido a su ubicación original una placa de hierro fundido del siglo XIX, conocida como “leguario” número 11. Esta pieza, datada en 1851, formaba parte de un sistema de señalización que indicaba las distancias desde el puerto de Sisal hasta la ciudad de Mérida. El conjunto original constaba de más de 40 placas similares, distribuidas a lo largo de la ruta para facilitar la orientación de los viajeros de la época.
La reinstalación de esta placa representa un esfuerzo significativo por preservar el patrimonio histórico de la región. Estas señales eran fundamentales en el siglo XIX para el tránsito y la comunicación entre localidades, proporcionando información precisa sobre las distancias recorridas.
La recuperación y colocación de la placa en su sitio original no solo rescata un elemento físico del pasado, sino que también ofrece a residentes y visitantes una conexión tangible con la historia de Yucatán. Este acto subraya la importancia de conservar y valorar los vestigios históricos que narran la evolución de las comunidades locales.
